La casa entre las nubes

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Damaris Quelez es la goleadora de Club Deportivo FAS y de la Primera División de Fútbol Femenino. Foto: Cortesía Club Deportivo FAS

Por Carlos Balaguer

2021-10-18 4:16:01

Al perder la inocencia nos convertimos en culpables, pues ya no somos inocentes por el pecado cometido. Así el perverso ladrón de la felicidad, sintió remordimiento de su pasado y quiso encontrar -en aquel reino imaginario- el vellocino de oro de la inocencia para poder ser feliz. Porque -tanto el mendigo, su alteza de corazones, Isis Bel y los demás lunáticos del sanatorio- tenían las llaves del anhelado prodigio. La pastora de rumiantes aconsejó al rey de los ladrones: “Para ser feliz debes recobrar la inocencia. Perdonándote a ti mismo y al destino dejarás de ser culpable y volverás a ser inocente como al nacer.” Después le habló de una casa entre las nubes. “Muéstramela” -dijo con incredulidad el soberano ratero. Ella lo condujo hasta la torre del asilo y desde allá vieron -al medio de la bóveda celeste- la casa imaginaria entre dorados celajes. Brillante y lejana, como el hogar que espera y cuya hoguera siempre estuvo encendida. Los demás alucinados también hablaban del mismo lugar, afirmando haberlo visto. Pero todo era un cuento que Isis Bel recordaba desde niña y que solía recitar a los demás internos. El Ladrón de la Historia no vio nada que hurtar en aquel lugar imaginario de felicidad. El mismo reino interior que trató de palpar, poniendo su mano sobre su pecho. (X) (de: “Fábula del Ladrón de la Historia”)