En el Día del Médico… De Héroes a Mártires… ¡Nada que celebrar!

Lo más importante es que debe hacerse todo lo posible porque esto no siga pasando. Nadie espera que la lucha sea fácil ni corta, pero no pueden seguirse perdiendo a los guerreros de la salud porque se los manda al campo de batalla sin toda la protección debida. Existe cómo y con qué, pero se necesita VOLUNTAD!.

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Óscar Picardo, Director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación ICTI-UFG. Foto EDH

Por Mirella Schoenenberg de Wollants

2020-07-14 7:40:24

Una carrera tan antigua como la humanidad misma. Con el hombre nace la enfermedad y con ella la necesidad de curarla.

El 17 de julio de 1968, bajo el Decreto Legislativo No. 39, publicado en el Diario Oficial 144, Tomo 220, de fecha 7 de agosto del mismo año, el Estado de El Salvador reconoce la labor de los hombres y mujeres que dedican su vida a salvar la de los demás, bajo el nombre genérico de MEDICOS.

El mencionado decreto tiene los siguientes considerandos que vale la pena retomar:

I.- Que los profesionales de la medicina, prestan continuamente a sus comunidades

un efectivo y tesonero servicio social, en los distintos centros hospitalarios del

país;

II.- Que es deber del Estado reconocer la humanitaria labor que desarrollan los

médicos, en instituciones oficiales autónomas, semiautónomas y particulares;

Y en su Art. 1 decreta el 14 de julio como “Día del Médico” y Fiesta Nacional.

Pero este 14 de julio los médicos no tendremos fiesta, sino una conmemoración para nuestros caídos en esta pandemia por el COVID 19.

Nadie se prepara más para salvar la vida de otros, a los que la mayor parte de veces no conoce ni lo conocen, que las mujeres y hombres dedicados a la medicina. Se inicia siendo aún adolescente, una vida de esfuerzo y sacrificio que no termina nunca.

No es la primera vez que los profesionales de la medicina enfrentan pandemias…se ha hecho a través de la historia; ni es la primera vez que caen víctimas de las mismas enfermedades que combaten; pero quizá es la primera vez que caen tantos colegas víctimas de la falta de los insumos adecuados para poder protegerse cuando existen recursos.

Hemos perdido maestros, compañeros de facultad o de residencia, médicos de todas las edades, aunque los últimos han sido demasiado jóvenes; potencialidades que la patria echará en falta.

Se ha luchado por un seguro de vida para todos los profesionales de la salud caídos en la lucha contra el COVID 19; no debió ser motivo de controversia, pues se trata de un mínimo de justicia para quienes dan su propia vida para salvar la de otros.

Y al final un seguro no sustituye al hijo que no besará más la frente de su madre; no sustituye al esposo que no abrazará más a la pareja amada; no sustituye a la madre que ya no arropará por la noche a sus hijos; un seguro no ayudará en las tareas escolares, no acompañará en el crecimiento, no irá a la graduación, ni entregará a la novia en el altar. El seguro no llenará JAMÁS el vacío, solo es un MÍNIMO DE JUSTICIA.

Pero lo más importante es que debe hacerse todo lo posible porque esto no siga pasando. Nadie espera que la lucha sea fácil ni corta, pero no pueden seguirse perdiendo a los guerreros de la salud porque se los manda al campo de batalla sin toda la protección debida. Existe cómo y con qué, pero se necesita VOLUNTAD!.

MI RESPETO Y ADMIRACIÓN PARA TODOS MIS COLEGAS QUE ESTÁN EN LA PRIMERA LÍNEA DE COMBATE CONTRA EL COVID 19 Y, PARA LOS CAÍDOS, EL HONOR PERPETUO Y EL COMPROMISO DE UNA PATRIA QUE ESTARÁ SIEMPRE EN DEUDA CON USTEDES.

Médica, Nutrióloga y Abogada

mirellawollants2014@gmail.com