El fanservice en la política

Esperemos, pues, que el hecho de contar con una mayoría nunca antes vista en el Órgano Legislativo no sea otro elemento agregado que deje aportes paupérrimos a la trama política del país y que solo sirva para satisfacer intereses propios y autoritarios.

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Los brazaletes son entregados para tener más control sobre el número de inmigrantes que transitan a diario por tierras mexicanas. Foto de referencia / AFP

Por Kelly Cruz

2021-03-24 9:52:55

El término fanservice (o servicio para fans) es mayormente utilizado en medios audiovisuales para referirse a elementos que se integran a una trama, sin agregar nada esencial, con el fin de satisfacer deseos de los fans y atraer más. Sin embargo, también es posible trasladar este término a la actual forma de hacer política en nuestro país.
Entiendo que, para un político, es necesario hacer campaña respondiendo, a veces hasta de manera personalizada, a aquellas dificultades que más atañen a la población; todo parece lógico con esta afirmación. El problema surge cuando dicha campaña se vuelve tan exitosa que se gana la confianza del pueblo para elegir al candidato que la presentó y este, ya en su papel de funcionario, no cumple con lo prometido. Existen muchos ejemplos de dicho fenómeno, pues se ha convertido en una de las principales, si no es que la única, maneras de hacer política en el país; prometer y satisfacer cada deseo que la población pide solo en momentos de campaña, mas no cuando se encuentra en la posición para cumplirlo. No es correcto hacer promesas a una población entera y esperar a que ella no le pase factura al candidato después de haberle confiado un puesto de poder.
Aun si desconocen el término, los políticos deben dejar el fanservice y entender que es una estrategia utilizada en medios de entretenimiento que muchas veces, en lugar de gustar, decepciona a los “fans”, quienes terminan cambiando de programa; por lo tanto, no pueden aspirar a que esta estrategia utilizada en la ficción tenga efectos distintos si se aplica a la realidad. Si no funciona en la primera, menos, en la segunda. Los políticos deben tener cuidado con lo que prometen, en especial, si no pretenden o no pueden, por diversos factores, cumplirlo.
En pocas palabras, el fanservice en la política beneficia a muy pocos en cortos periodos de tiempo. No solo se debe buscar llegar al poder para complacer a algunos durante una campaña electoral, sino para mantener los procesos de cambio más significativos que se puedan generar desde allí. Por eso, el poder político debe ejercerse de manera integral desde la campaña y lo que en ella se dice, hasta concretarse, cuando ya se está en el poder, con acciones sensatas que demuestren genuino interés por la población.
Si bien, en las elecciones del 28 de febrero pasó lo que muchos esperaban, también es cierto que ha preocupado a otros. Con esto no pretendo pronosticar lo que puede pasar con el ejercicio del poder en el país en los próximos años, pues sólo serviría para incrementar la incertidumbre que vivimos algunos por los resultados obtenidos. Más bien, voy a señalar ese fanservice presentado del que tampoco estuvieron exentas estas campañas electorales. El principal consistió en cumplir el deseo de la población de cambiar la forma de gobernar y hacer política en el país, sacando a los “mismos corruptos de siempre” del Poder Legislativo; bastante parecido al mensaje presentado para las elecciones presidenciales de febrero de 2019.
Con la nueva Asamblea, que entra en vigencia el próximo 1 de mayo, se abren muchas puertas, ya sea para bien o para mal. Por supuesto, como salvadoreños, confiamos en que sea para bien y que, por ejemplo, se cumplan las promesas hechas por el actual presidente, que ha postergado hasta el momento, argumentando una fuerte falta de apoyo de parte del Órgano Legislativo; además de las que también han hecho los diputados electos para el período 2021-2024 en su ya finalizada campaña política. La tarea se ha vuelto relativamente más fácil ¿no?, ya que el propósito de “necesitar diputados que trabajen con el presidente” (como manifestaba el spot del partido Nuevas Ideas) es asegurar un bienestar social ¿verdad?
Esperemos, pues, que el hecho de contar con una mayoría nunca antes vista en el Órgano Legislativo no sea otro elemento agregado que deje aportes paupérrimos a la trama política del país y que solo sirva para satisfacer intereses propios y autoritarios. Estamos en el momento de descubrir si el personaje escondido detrás de tantos tuits es un político de nueva generación que oculta viejas prácticas y artimañas, que critica en su propio discurso, o si en realidad presentará una nueva forma de hacer política destinada a mejorar el país dentro de los márgenes de la ley.

Estudiante de Licenciatura en Ciencias Jurídicas

Miembro del Club de Opinión Política Estudiantil (COPE)