Durante la campaña presidencial, Bukele y su equipo cyan ofrecieron el Plan Cuscatlán como la forma de gobierno que convertiría al país en uno del Primer Mundo, trabajando con transparencia, pues cuando no se roba, el dinero alcanza. Pero dos años después, como que el Plan Cuscatlán nunca existió y es el Plan de Control Territorial el que ejecutan perfectamente las pandillas.
Estos dos años han demostrado que lo más importante del plan de gobierno es Fomentar la Ignorancia, meta de todo gobierno populista. Predicar que acabarán con la pobreza, despojando de riqueza mal habida a los mismos de siempre, pues lo que tienen lo han arrebatado a los que no tienen. Saben repartir pobreza manteniendo al pueblo en la ignorancia, para que no exija, sino extienda la mano para pedir bolsas de alimentos, canastas familiares y bonos. Es como quebrar las piernas de los ciudadanos para luego, con lágrimas en los ojos regalarles muletas que reciben con agradecimiento y fidelidad eterna.
Cada vez que Hacienda y CAPRES reasignan fondos, los ministerios que siempre sufren recortes son Educación y Salud, para engrosar el millonario presupuesto de CAPRES, antes llamado partida secreta. Y aunque hace más de 50 años se demostró que el presupuesto de Educación debía ser por lo menos el 5% del PIB, esto aún no se ha logrado. Las escuelas públicas son una vergüenza y una ofensa a la dignidad de los educandos. Techos destrozados que inundan en invierno las deterioradas aulas, servicios sanitarios inmundos, falta de agua, muros perimetrales destrozados, sistema eléctrico en mal estado. Sin tener recursos, los maestros realizan heroicamente sus labores, comprando de sus exiguos sueldos material didáctico, productos de limpieza y pagar la luz. Dolorosa imagen de una valiente maestra subida en el destrozado techo de su escuela, reparando goteras.
A la fecha, casi terminando el año, el MINED no les ha depositado los recursos para el inicio de clases, aunque todo se disfraza con la limosna de zapatos, uniformes y computadoras para impresionar a la prensa. Mientras los ministros, diputados y otros funcionarios cyan se recetan camionetas y $400 mensuales para gasolina. Y Bukele compra 700 Bitcoin, por valor de $34 millones, de los cuales por la volatilidad del criptoactivo, ya se perdieron $5 millones. Nos preguntamos ¿quién autorizó a Bukele a usar fondos públicos para convertir el país en un gran casino, cuando no hay leyes que le den esa potestad? ¿Más otros $250 millones, para seguir con el capricho Bitcoin y sus fallidas Chivo Wallets?
Pero el ataque a la educación se demuestra, con la pretensión del Ministerio de Cultura de apropiarse del Centro de Artes de Occidente, una iniciativa de APACULSA (Asociación de Patrimonio Cultural de Santa Ana) cuyas instalaciones eran propiedad del Ministerio de Defensa, y les fueron entregadas en pésimas condiciones, “abandonadas, con ratas y palomas” pero que luego de su restauración con el apoyo de cooperación internacional, patrocinadores y personas voluntarias, hoy imparte talleres artístico culturales y actividades destinadas a visibilizar el talento en pintura, danza, música canto, piano, ballet y teatro en instalaciones adecuadas, limpias y llenas de luz.
Pero el Ministerio de Cultura ha exigido a APACULSA desocuparlas a finales de septiembre, “pues ya tienen compromisos y gestiones programadas a partir de octubre”. El presidente de APACULSA, Doctor Francia Bolaños, solicitó una reunión con la Ministra de Cultura, Mariemm Eunice Pleitez Quiñónez, quien rechazó la petición.
Pero la diputada Suecy Callejas, para demostrar que Cultura está trabajando, ha accedido a que el desalojo se efectúe a finales del año. Se rumorea que hay una empresa de carácter lucrativo interesada en echar a andar una escuela de música en Santa Ana en esas instalaciones. Este es el estilo de trabajo del gobierno cyan: Apropiarse de lo que no les ha costado, para improvisar proyectos de beneficio personal. Hay que defender a APACULSA para que el gobierno de NI no destruya esta gran labor realizada durante más de 20 años.
Maestra.