Mercados municipales sostenibles

Los mercados, por la cantidad de gente que llega, son una excelente plataforma para concientizar a comerciantes y clientes sobre la responsabilidad que tenemos con el medio ambiente, educar sobre la forma racional de consumir y disminuir el uso del plástico de un solo uso, además de incentivar el reciclaje y la limpieza

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Hasta inicios de febrero se reportaba la muerte de 187 trabajadores de la salud, entre ellos 84 médicos, 39 de personal de enfermería, 34 administrativos y servicios, según el Movimiento de Salud Salvador Allende. Foto EDH / Archivo

Por Carlos Francisco Imendia

2021-07-29 5:47:26

Cuando alguien habla del mercado inmediatamente viene a nuestra mente un lugar sucio, con poca iluminación, poco saludable, ruidoso y con una serie de olores no muy agradables en su interior.
En el mercado existe gente muy laboriosa que se levanta muy temprano para sobrevivir y vender productos frescos, muchas veces sacrificando ganancias con tal de no dejar ir al cliente.
En los mercados se encuentras artículos, frutas y verduras, utensilios que no son comunes en los supermercados con aire acondicionado; mucha gente encuentra la cura para sus enfermedades con los reconocidos hierberos del mercado, que le ofrecen al cliente una serie de hierbas, hojas secas, cortezas de árboles, todo orgánico y con propiedades curativas que pueden hacer recobrar la salud a muchas personas.
Comerciar en el mercado, llegar a ese centro de abastecimiento, es cultural, para algunas personas ir al mercado es un ritual de fin de semana, desde tiempos inmemoriales los antiguos nahua pipiles comerciaban en los tianguis, todo tipo de legumbres, frutas, aves, plantas medicinales, telas, esteras, comales, incienso, etc. Intercambiaban con almendras de cacao, plumas de aves exóticas como el quetzal y piedras preciosas como los chalchihuitz, dando origen al comercio e intercambio más antiguo en nuestro suelo salvadoreño, según la tradición bajo frondosos árboles de ceiba.
Con la llegada de los europeos, conquista y colonización, los mercados fueron haciéndose más híbridos e integraron formas de comerciar del Viejo Mundo y el Nuevo Mundo. Hoy en día los mercados parecen haber evolucionado muy poco desde las épocas más antiguas del territorio salvadoreño, muchas administraciones edilicias no toman en cuenta las necesidades de los mercados, quedan abandonados durante las gestiones, y los políticos vuelven a ellos solo para los períodos pre electorales a abrazar a la señoras comerciantes.
Nunca los alcaldes han entendido que los mercados son plataformas indispensables para le educación ambiental, como centros de comercio y donde llega una masa poblacional significativa. Nuestros mercados deberían generar su propia energía por medio de plantas fotovoltaicas, deberían contar con una planta de tratamiento de aguas residuales, debería tener una planta que produzca biocombustible, también los mercados deberían contar con áreas de separación de desechos, plantas de reciclaje, etc. La ciudad de San Salvador debería ser pionera en tener los primeros mercados sostenibles.
Qué gran ejemplo de ciudad sostenible sería San Salvador, de implementar por lo menos una de las ideas expuestas, muchos organismos internacionales prestos a fondear estas iniciativas, la mejor manera de celebrar los 500 años de fundación de nuestra capital.
Los mercados, por la cantidad de gente que llega, son una excelente plataforma para concientizar a comerciantes y clientes sobre la responsabilidad que tenemos con el medio ambiente, educar sobre la forma racional de consumir y disminuir el uso del plástico de un solo uso, además de incentivar el reciclaje y la limpieza, cualquier espacio al interior del mercado puede ser utilizado para comunicar la mejor forma de desechar y contaminar menos el medio ambiente.

Publicista y ambientalista/Chmendia