¿Cuánto vale una vida?

¿No es un imperativo mayor, indeclinable, salvar una vida a cualquier costo? ¿Qué ciego reglamento permite condenar a la muerte a cientos de personas por el incomprensible respeto a una disposición administrativa?

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El Salvador empató en el segundo duelo amistoso ante Nicaragua a nivel Sub-20 en el Estadio Cuscatlán. Foto EDH / Cortesía Fesfut

Por Raúl Lara Menéndez

2020-12-16 7:21:02

Cada día que pasa mueren en El Salvador veinte pacientes aproximadamente por causa del cáncer. Diez de ellos podrían ser salvados si pudiéremos darles el tratamiento adecuado y oportuno.
Son diez vidas humanas que dejamos morir por no disponer de los medios necesarios e indispensables para su atención. De eso trata la Ley Especial de Prevención, Control y Atención del Cáncer, que ya tiene lista la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa. Esta iniciativa de ley, para cuya formulación los Señores Diputados de la Comisión de Salud, me invitaron como experto en el tema a tres reuniones que dieron como resultado esta Ley Especial en su marco normativo y operativo…una verdadera esperanza para los 12,000 a 13,000 pacientes con cáncer que cada año se tienen en el país.
El problema en este momento es técnico, administrativo y de procedimiento, pues ya se estaba revisando en la Comisión una Ley del Consejo Superior de Salud Pública y habría que evacuarla antes de considerar la Ley de Atención del Cáncer. De cumplirse inexorablemente este tecnicismo, también morirían inexorablemente cientos de personas, mientras se espera y se agenda para discusión y aprobación la Ley de Atención al Cáncer.
Entonces… ¿Cuánto vale una vida humana? ¿No es un imperativo mayor, indeclinable, salvar una vida a cualquier costo? ¿Qué ciego reglamento permite condenar a la muerte a cientos de personas por el incomprensible respeto a una disposición administrativa?
El bien supremo de la vida está por encima de cualquier otro bien y atentar del modo que sea contra ese bien, exaltado y defendido por la Constitución de la República, es la más grave ofensa de todas. Tiene que haber un recurso que anteponga a tecnicismos administrativos y de procedimiento, el derecho inalienable a la vida, que en este caso estaría rebajándose y suprimiéndose al retardarse la atención médica debida, con consecuencias fatales e imputables a esa falta de atención especializada.
Es inconcebible que una vida humana, no digamos cientos de ellas, no merezcan todos los esfuerzos posibles por salvarlas. Todos conocemos y hemos visto y leído las notables gestas de valor heroico por salvar a una persona extraviada en alta montaña, en una selva impenetrable o en un mar agitado y hemos aplaudido el esfuerzo denodado de equipos de salvamento, ejército, policía etc. Y qué decir del rescate de una familia de gatos a punto de morir ahogados en unas tuberías inundadas… situación que fue llevada a todo el mundo por las redes sociales. Muy bien por esa gata y sus cuatro gatitos y el Cuerpo de Bomberos … pero aquí estamos hablando de diez pacientes, diez vidas humanas cada día que podríamos salvar….y que no son noticia, ni movilizan ayudas ni recursos.
Quisiera eximir de toda responsabilidad a los honorables diputados de la Comisión de Salud, que gracias a ellos tenemos a las puertas la Ley Especial de Cáncer, pero que se ven con las manos atadas, y aunque han prometido acortar los plazos, es necesario encontrar la forma de priorizar esa ley, que es un salvavidas para los pacientes cancerosos y que parece que tendría que esperar tres a cuatro meses a que se evacue la otra ley en estudio, aunque tengan que morir cientos de personas.
Algo se tiene que hacer, señores Abogados, Defensoría del Pueblo, Corte Suprema de Justicia… Pero….¿cuánto vale una vida? ¿Qué tendríamos que hacer?

Oncólogo y Consultor-Asesor en Cáncer