Soluciones ante el cáncer en el país

Los médicos generales, antes de ir a su servicio social, deben recibir un breve curso comprimido de clínica oncológica para estar alertas en sospechar y detectar tempranamente el cáncer. El médico general es el pilar fundamental en la prevención primaria y detección temprana del cáncer

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Por quinta vez, el juez de Instrucción de San Francisco Gotera fue impedido de entrar a una unidad militar, en esta ocasión la Tercera Brigada de Infantería. Foto EDH/ Iliana Ávila

Por Rodman López

2020-10-28 10:04:13

En las últimas seis décadas, las instituciones de salud del país, pese a los bajos presupuestos han realizado significativos esfuerzos para atender a los pacientes con cáncer gracias a la entrega decidida de personas altruistas que han realizado estas transformaciones por puro interés personal.
En los años 60 y 70, el Dr. Narciso Díaz Bazán fundó la Sociedad de Cancerología, organizó la Liga Contra El Cáncer, fundó el Instituto del Cáncer y los Servicios de Oncología de los Hospitales Rosales y Maternidad. En los años 80, la Sra. Leonor Guirola de Llach, presidenta de la Fundación Ayúdame a Vivir, fundó el Servicio de Oncología del Hospital Bloom, y en los años 90 el Dr. Raúl Lara Menéndez fundó el Hospital de Oncología del ISSS.
Desgraciadamente estos esfuerzos han sido insuficientes para modificar sustancialmente el pronóstico global de estos pacientes que continúan muriendo porque llegan en etapas avanzadas de la enfermedad: hemos fallado en la prevención primaria y en la detección temprana por deficiencias en la cobertura, la accesibilidad, la equidad y capacidad de resolución en la atención.
Debemos organizar, bajo la rectoría del Ministerio de Salud, un programa con la participación de todos los actores relacionados para lograr que el plan sea realista, factible y sostenible en el tiempo, que permita a toda la población acceder a la prevención primaria, diagnóstico temprano, tratamiento, seguimiento y rehabilitación de las discapacidades secundarias al padecimiento de cáncer.
El objetivo será reorganizar los servicios de salud existentes; coordinar las instituciones sanitarias para optimizar el uso de los pocos recursos humanos especializados, tecnológicos e infraestructura disponibles; estimular la participación de las comunidades coordinadas con las acciones de alcaldías, ministerios de educación, obras públicas y seguridad para ofrecer condiciones adecuadas de atención.
Se debe organizar una campaña de información y sensibilización sobre la dimensión del problema del cáncer dirigida al personal sanitario y a la población para estimular cambios en el estilo de vida que disminuyan los factores de riesgo para padecer cáncer; debemos revisar el marco legal existente para identificar la normativa que facilite el funcionamiento del plan; se debe incluir la cátedra de oncología en los curriculums de las carreras de medicina, odontología, enfermería y carreras afines; especial cuidado debemos poner en la formación de personal calificado en cada una de las especialidades oncológicas mediante el fortalecimiento de las residencias en oncología clínica, cirugía, ginecología y hematología oncológicas, radioterapia y enfermería oncológica.
Los médicos generales, antes de ir a su servicio social, deben recibir un breve curso comprimido de clínica oncológica para estar alertas en sospechar y detectar tempranamente el cáncer. El médico general es el pilar fundamental en la prevención primaria y detección temprana del cáncer porque es el que atiende por primera vez a los pacientes y tiene la oportunidad de dar su consejo para estimular el cambio en el estilo de vida que evite el aparecimiento del cáncer y si sospecha la posibilidad de cáncer en la primera consulta y refiere a su paciente al centro de atención correcto, evita también el retraso innecesario en el diagnóstico y en el tratamiento adecuados: esta es la esencia de los programas de cáncer exitosos en cualquier país del mundo.
Corresponde a las autoridades de salud y a los políticos encontrar un sistema de financiamiento que haga a este programa sostenible, que perdure en el tiempo. A lo mejor haya que apelar a la generosidad de ciudadanos benefactores que estén dispuestos a compartir parte de su fortuna con los pacientes oncológicos que por décadas han esperado y siguen esperando una atención digna…también el ciudadano común puede donar unas monedas…. siempre que haya transparencia en todo.

Cirujano oncólogo.