Las observaciones a la Ley De Control y Atención del Cáncer casi equivalen a un veto y podrían ser una sentencia de muerte para muchos pacientes

En cuanto al Registro Nacional de Cáncer, es absolutamente indispensable para conocer la dimensión y gravedad del problema y poder establecer las medidas oportunas.

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La afición de Luis Ángel Firpo en partido de la fecha 8 de la fase 2 del Clausura 2021 en el Estadio Sergio Torres de Usulután. Foto EDH / Jorge Reyes

Por Raúl Lara, oncólogo

2021-04-25 7:30:00

Señor Presidente:

Cáncer, cuya sola palabra al pronunciarse evoca profundos temores y sombríos recuerdos, de modo tal que para muchos es todavía paradigma de muerte inevitable, pena y dolor. Las cifras son tales que el cáncer es la segunda causa de muerte por enfermedad en el país y antes de 5 años será la primera. Se tienen aproximadamente 13,000 a 14,000 casos nuevos por año. El número de muertos por esa causa es de 20 personas al día de las cuales podrían salvarse 10 con las medidas oportunas. Estos datos significan 35 a 38 nuevos casos por día y uno por cada 485 salvadoreños en el año. Es un hecho lamentable y paradójico, cuando se sabe bien que la mitad de los cánceres pueden ser curables si se detectan a tiempo y se tratan en su fase inicial. Por el contrario, nuestra triste realidad ha sido que hasta un 65% de nuestros pacientes con cáncer, ya están en una etapa avanzada cuando se presentan a los centros de salud por lo tardío del diagnóstico.

Después de varios años de lucha y de arduo trabajo en los últimos 15 meses, se tiene finalmente una LEY PARA LA PREVENCIÓN, CONTROL Y ATENCIÓN DE LOS PACIENTES CON CÁNCER que asegura el acceso universal e integral de la persona con cáncer, estableciendo un marco normativo y operativo para la planificación, desarrollo y ejecución de políticas públicas, programas y acciones destinados a la prevención, detección y diagnóstico temprano, tratamiento oportuno, cuidados paliativos y rehabilitación, que propicien la reducción en la morbilidad y mortalidad. Esta ley esperada por muchas generaciones de pacientes con cáncer corre el peligro de quedar en letra muerta, pues hace unos días Sr. Presidente, usted devolvió dicha ley a la Asamblea Nacional con cuatro observaciones, que casi equivalen a un veto, que pondría fin a las esperanzas de los enfermos de cáncer.

Dichas observaciones señalan elementos que no tendrían lugar absolutamente en el desarrollo e implementación de la ley: No habría ninguna dispersión normativa en todo lo relacionado al tema de salud y competencias, por el contrario, facilitaría la gestión de otras áreas de la salud al verse por separado un tema tan complejo como el cáncer, lo cual ha ocurrido en todos los países que tienen una ley especial de cáncer y donde no existen más leyes dedicadas a otras especialidades. En cuanto al consenso sobre la importancia y necesidad de dicha ley, se tuvieron comunicaciones y reuniones con diversos actores en el ámbito nacional sobre el tema del cáncer. Lamentablemente, a pesar de las invitaciones giradas, no se tuvo el concurso del ISSS, ni del Ministerio de Salud.

En cuanto al Registro Nacional de Cáncer, es absolutamente indispensable para conocer la dimensión y gravedad del problema y poder establecer las medidas oportunas. Esto ha sido así desde siempre en todos los países que cada vez más lo tienen como índice insustituible. Señor Presidente, deseo y espero fervientemente que las explicaciones brindadas den una respuesta adecuada a sus inquietudes y observaciones, pues de la sanción de la ley depende la vida de muchas personas, de esas que no tienen ni rostro ni voz y que mueren diariamente por falta de una atención oportuna, que estaríamos en capacidad de darla al aprobarse la ley. Estoy a su entera disposición para ampliarle todos los conceptos que he señalado, basados cada uno de ellos en evidencia, con el respaldo total de altos Organismos internacionales de dilatada experiencia.

Existe todo un Programa de Atención del Cáncer completo, escrito por su servidor hace cinco años, cuando fui comisionado por el Banco Mundial y el MINSAL para su elaboración. Este Programa fue actualizado por mí en septiembre del año 2020 y puede echarse a andar tan pronto sea sancionada la Ley y se publique 8 días después en el Diario Oficial. Respondo por eso y me comprometo a ello. Lo invito señor Presidente a que de ese paso trascendental e histórico, que tantas generaciones han estado esperando por muchísimos años, aceptando las explicaciones, ampliadas de ser necesario, y retirando las observaciones planteadas. Le extiendo mi mano franca y con un fuerte apretón, me permito decirle que al hacer lo correcto y sancionar esta ley, usted será más que un político, un estadista, pues el político mira solo a las elecciones, mientras que el estadista mira también a las generaciones, esas que le estarán por siempre agradecidas por su buena voluntad, sabiduría y hombría de bien.

De toda mi consideración, Dr. Raúl Lara Menéndez.