La moral

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Políticos han respondido al anuncio criticando a Trump por lo que consideran una falta de respeto y un insulto al país. Foto de Referencia

Por Luis Enrique Contreras Reyes

2019-08-21 6:54:48

“En el siglo XX el ser humano no solamente ha perdido la fe, sino que también ha perdido la razón.” G.K. Chesterton, esta afirmación de este escritor inglés tiene una mucha vigencia en pleno 2019. nuestra época se caracteriza por pregonar la amoralidad, se jacta y celebra estar en el error, un abyecto relativismo carcome sociedades enteras que se encaminan ciegamente hacia su autodestrucción.

Chesterton vaticinó muchos de los problemas con los que convivimos en el presente, afirmaría también: “este es el tiempo en que las minorías pueden sofocar y conquistar a las mayorías sin conciencia y sin teorías.” El surgimiento de ideologías que buscan subyugar y aniquilar la razón y posteriormente automatizar a las personas, han sido parte de este andamiaje perverso. La capacidad intelectiva humana se ha visto mermada por mentes perversas que apadrinan y financian el caos en el mundo.

Para ello se busca aniquilar la moral, porque es esta ciencia la que nos brinda baluartes sólidos sobre lo correcto de nuestro obrar. La conciencia es la norma subjetiva de la acción moral; la norma objetiva se llama ley y esta se refiere a la ley moral, también llamada ley natural, se fundamenta en la naturaleza humana, de acuerdo con un principio del realismo: el obrar sigue al ser y el modo de obrar al modo de ser.

La certeza de conciencia deriva de la evidencia de ciertos principios de acción, de normas objetivas que son contenidos de la ley moral. Estas se descubren a partir de la experiencia y uso de la razón, de modo que sólo los niños y los mentalmente enfermos las desconocen. Por lo tanto, que una madre aborte a su hijo es algo horroroso y antinatural y que personas lo promuevan y lo celebren es verdaderamente infame.

En el mundo actual, globalizado y utilitarista escuchamos constantemente: “no seamos moralistas” cuando se refiere a tomar decisiones políticas de gran envergadura, las cuales administran vidas humanas. Para estas personas la moral representa la barrera que impide la implantación de acciones con esencia perversa de grandes dimensiones.

Es curioso y llamativo que, ante delitos de corrupción política, extorsiones y asesinatos de grupos criminales hacia personas inocentes, sean una multiplicidad de voces las que claman insistentemente ¡justicia! Pero cuando se trata de defender al ser humano del aborto, callan cobardemente y en el peor de los casos aprueban este crimen atroz. La eugenesia Nazi trascendió en el tiempo con variaciones como el aborto, eutanasia y destrucción de la familia natural.

El ser humano está siendo atacado de diferentes direcciones y modalidades y para impedir que nos defendamos están aniquilando la moral, para que nuestra razón no comprenda, ni identifique que acciones son correctas o incorrectas…el bien y el mal habrán desaparecido. Un ser humano cosificado que mediante artilugios propagandísticos sin percibirlo socava su dignidad, enalteciendo una maraña de cosas insidiosas que vienen a sustituir los verdaderos derechos humanos.

La moral no puede desligarse de la convivencia humana y mucho menos de la política, lo moral delimita las acciones que atentan contra nuestra naturaleza humana. C.S.Lewis decía: “aquel que diga que debemos tener mente abierta ante la moral, mejor que se quede con la boca cerrada.” La existencia de la moral es precisamente en reconocer que existen más móviles que el egoísmo (personal o colectivo) de los propios placeres e intereses. Cuando se admite que las situaciones reclaman algo de nosotros, más allá de nuestros placeres e intereses, es cuando entramos en el campo de la moral. Cuando se percibe que hay una manera de actuar bella y digna del hombre y también una manera repugnante e indigna que no debemos realizar.