Los padres son los primeros e insustituibles educadores de sus hijos, derecho y deber en que el Estado asume un papel de complemento, en materias numéricas, de ciencias y de humanidades. La formación doctrinal religiosa, la educación en la fe que se profesa en las diarias vivencias del hogar, así como la educación de la libertad y de la sexualidad son privilegios de los padres, que al darles la vida, deben también formar su conciencia para que lleguen a convertirse en seres creados a imagen y semejanza de Dios.
El pasado viernes 22 de noviembre en la Asamblea Legislativa, en el Primer Foro de Educación Integral de la Sexualidad, los ponentes expresaron que todos los colegios, tanto laicos como religiosos, serán forzados a educar en la sexualidad como el Estado mandara.
Douglas Osmín Cruz Bonilla, jefe de la unidad jurídica del Consejo de Servicio de Salud Pública expresó: “La Ley no se negocia porque se trata del derecho de los niños a recibir la educación sexual, lo que atañe al Estado. Ya existen mecanismos jurídicos para sancionar a instituciones de formación ante el fundamentalismo religioso. Aun en padres con muchos estudios puede haber ignorancia, ideas tergiversadas, dañinas, peligrosas. Estamos en un Estado laico, superado el extremismo religioso de las cruzadas y de las guerras santas”.
La Lic. Lydia Hortensia Lemus, UMPFA: “A corto plazo tenemos que tener un lineamiento obligatorio para los centros públicos y privados. No se puede dejar a los padres la responsabilidad de educar, no saben absolutamente nada. Las personas con algún poder intelectual quieren que se les deje la oportunidad para seguir ignorando la sexualidad”.
El Lic. Luis Ventura: “Necesitamos una legislación en educación integral para hacer conciencia y sensibilización. Es necesario que se intervenga la familia, para ir rompiendo esquemas”.
La Dra. Celina Miranda, directora de ONUSIDA El Salvador: “Muchos de los crímenes de odio tienen mucho que ver con la enseñanza y el mensaje que transmiten las iglesias”.
En buen salvadoreño, estos profesionales, tan poco conocidos, se han quitado la careta y descubierto que lo que nos quieren hacer tragar a la fuerza es la famosa ideología de género, para lo que cual pretender quitar a los padres el derecho de educar a sus hijos en la fe que ellos profesan, siguiendo los Mandamientos de la Ley de Dios y de su Iglesia. En lo único en que tienen razón es que los padres no queremos saber nada de esa diabólica ideología de género, que está quitando la inocencia a los niños, pervirtiendo a los jóvenes y destruyendo la familia mediante una negación de la biología, que no necesita de mayores pruebas para evidenciar que los seres humanos tenemos sexo, no género (que se refiere únicamente a la gramática), que nacemos hombre y mujer y no son roles que pueden rotarse a voluntad.
Los ensayos criminales que se desarrollan en las parvularias de los países desarrollados, de obligar a los niños a vestirse de mujer varios días a la semana y a las niñas a vestirse de varones para enseñarles a actuar como tales, es una aberración que no deseamos para nuestro sistema educativo. La educación sexual, tanto en la parte biológica como la educación de la voluntad, que deben ir parejas, es materia que los colegios privados, tanto laicos como religiosos, tienen la capacidad y la obligación de enseñar, tanto a los alumnos como a sus padres. Somos miles de familias dispuestas a defendernos contra ese brutal ataque a la libertad educativa y religiosa y a la patria potestad, que es típico de los estados totalitarios.
Maestra.