La bella sin sonrisa para no envejecer

¿Sonreír envejece o incentiva la juventud de nuestro espíritu? Evita sonreír -dice la mujer vanidosa- porque ello avejenta tu rostro al acentuar las líneas de expresión. Esto vuelve frío y triste su gesto hermoso. Como el rostro de alabastro de una escultura sin vida ni ilusiones. “Felices, no perfectos” -dice el axioma. No existe belleza ni fealdad perfecta. Expresando la luz de nuestro interior mostraremos la risa luminosa del espíritu. Aunque nuestra cara tenga marcas en la piel. La vida escribe cicatrices tanto en tu historia como en el cutis. Unas nos enseñan; otras nos vuelven más humanos. La risa -según la ciencia- hace que nuestro organismo segregue hormonas benéficas para la salud -como lo son las endorfinas, dopamina y oxitocina. Es mejor un rostro bello que sonría que otro con la risa borrada. Una marca en el gesto no quitará su encanto y su glamur. Querer ser más bella de lo que se es, puede lindar con la fealdad, al exagerar los rasgos estéticos. Esto, por la “ley de polaridad” que acerca los contrarios. La moraleja es: “bella y feliz, aunque no perfecta”. Porque habrá rostros hermosos no precisamente por su belleza si no por la pureza y esplendor de su sonrisa. Sonríe, pues, a la vida y ella te sonreirá. <“El Resucitador de Pájaros y Sombras” C. Balaguer-Amazon>