Hacia la Asamblea

“Sin ser diputado junto a un colega logramos conseguir un seguro de vida para todo el personal de salud, desde el motorista de la ambulancia hasta el sub especialista más cotizado y que debe el Ejecutivo brindar el equipo de bioseguridad a todo el personal de salud. ¿Qué más podría hacer si llego a la Asamblea Legislativa?".

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La higiene es básica para conservar la salud de los pies. FOTO EDH/SHUTTERSTOCK

Por Ricardo Lara

2020-07-13 10:19:07

Mi intención y el fervor deseo de servir a mi patria desde la Asamblea Legislativa pudiera tener una infinidad de argumentos, quizá todos validos; como decir que deseo proteger al personal de salud y luchar por ese escalafón negado, los equipos de bioseguridad negados, el seguro de vida para nuestros seres queridos, el manejo de la verdad en epidemias y pandemias, la corrupción demostrada en los últimos días, la fachada ilusión de un hospital a medias y tantos motivos más, sin embargo debe primar uno que es un deber patriótico que cada salvadoreño debe anhelar: Una patria justa y solidaria y que las palabras que atraviesan la bandera nacional: Dios, Unión y Libertad sigan siendo nuestros únicos puertos.
El país atraviesa por una crisis profunda en todo sentido, desde la pérdida de rumbo de nuestra maltrecha democracia hasta el pésimo manejo de la pandemia por parte del ejecutivo y son tantas cosas más que abaten al ciudadano común ante esta debacle. El pueblo está harto de tantas mentiras, sean estas dichas por diputados o por el gabinete, consecuencia de ello es que nadie cree en nadie y se apuesta a un fanatismo y odio entre el mismo pueblo.
Debe el ciudadano saber elegir a sus representantes para la Asamblea Legislativa y alcaldías y que exija la mejor preparación y propuestas concretas en sus autoridades y no conformarse con esas campañas ofensivas donde se regalan escobas, cántaros y huacales, ¿Tan mal estamos? Si, ese es el nivel de respeto del candidato hacia los electores; se deben ofrecer propuestas reales y técnicas, debe el ciudadano elector poner en una báscula la hoja de vida y la preparación que hay detrás del candidato contra la vulgaridad, la mentira y la comicidad que algunos representan.
Se debe elegir a los mejores, de ellos depende que el país transite por un camino de paz, progreso y libertad, donde las instituciones estén a favor del pueblo y no de sectores. Debe el lector recordar que la probidad y honradez no es exclusiva de aquel hombre que recibió la mejor educación sino de aquel hombre que se tiene miedo a si mismo ante un acto que vaya en contra de sus valores.
La decepción en el pueblo es enorme, muchos emiten su voto y creyendo que castigan a determinado instituto político o a tal funcionario, al final el voto de castigo es para el mismo pueblo que será representado por personas mediocres que han hecho de la política su forma de vivir. Los partidos políticos están conformados por una estructura comandada por personas y no es un edificio o sede de un partido los que cometen actos de corrupción sino es una persona electa que se aprovecha para saquear lo poco que El Salvador tiene. Ejemplos sobran. Criticar es fácil, despotricar contra cualquier adversario sería quizá lo más sencillo y no perderé un segundo de mi vida en tal actitud.
Si he decidido postularme para diputado es porque si al menos mis propuestas de hace tres años de modificar y actualizar el Código de Salud así como el Código Municipal en función de Salud Pública.
Cuando los actos electorales se acercan sucede que todos sabemos de todo, nos sacamos el corazón cual ofrenda a los dioses mayas, y una vez que se alcanza el objetivo trazado el funcionario, se pone un precio en la frente como cualquier objeto, al mejor postor, él es el dueño de su propia subasta y ¡así no funcionan las cosas!
Decir que algunos candidatos y actuales diputados conocen el sistema de salud es una burla al pueblo, pues conocer el sistema de salud no es algo fácil, no es desde un lujoso palco y ver al pueblo gritando y llorando por sus seres queridos para que reciban la atención médica requerida que se conoce a un sistema de salud obsoleto y sufrido sino que es la experiencia diaria que me respalda.
El estar en la primera línea de fuego como médico de emergencias, viendo día a día el rostro del virus, trasladando pacientes #COVID_19 a los diferentes hospitales, con total conocimiento del riesgo de contraer el virus como les sucede a tantos colegas que en el mayor anonimato trabajan, sudan, lloran cuando un paciente muere y son felices cuando un paciente es recuperado de las garras de la muerte y debo decir a mucho orgullo que ha sido este contacto diario con el paciente, no venderé una imagen de conocedor del sistema de salud pues he vivido y trabajado desde altas gerencias hasta lo mas honroso el trato directo de quien muere y se oculta en las estadísticas su muerte.
Hace poco platicaba con un amigo sobre mi intención de luchar por una diputación y me dijo: “Una golondrina no hace verano” a lo que le respondí: “Sin ser diputado junto a un colega logramos conseguir un seguro de vida para todo el personal de salud, desde el motorista de la ambulancia hasta el sub especialista más cotizado y que debe el Ejecutivo brindar el equipo de bioseguridad a todo el personal de salud. ¿Qué más podría hacer si llego a la Asamblea Legislativa?”.
Al menos ir y poder verificar la realidad del trato que reciben los pacientes vrs. lo que nos muestran. Después de lo anterior, debo subrayar que en una mano tengo la solvencia de probidad que demuestra que en mi vida he tocado un cinco del pueblo y en la otra mano tengo los valores inculcados en el hogar.
Deseo servir a mi Patria, siempre lo he hecho pero quiero dar un paso para dejar una legislación de cara al futuro en el tema de atención en Salud. No sé como entrar a la Asamblea Legislativa como diputado, pero sí se como quiero salir…

Médico.