Apuntes para el 28F: Tecnología

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Salvador Samayoa

Por Salvador Samayoa

2021-02-16 6:42:05

Por primera vez tendremos tecnología en mesa en unas elecciones legislativas y municipales. En condiciones normales eso debiera ser motivo de optimismo y de confianza porque obviamente las máquinas registran y procesan los datos con mayor rapidez y precisión que el trabajo manual. Pero en El Salvador nunca tenemos “condiciones normales”; siempre el ambiente político está cargado de tensión y desconfianza, siempre estamos en urgencias, siempre denunciando irregularidades.

No será fácil desactivar las sensaciones de desconfianza casi esotérica que las computadoras provocan en líderes políticos obsoletos y en amplios sectores de la población. Una laptop no es sombrero o cajón de mago al que se mete un pañuelo y sale un conejo, pero mucha gente así las ve, en algunos casos por ignorancia y en otros por mala fe, o por instigación de líderes partidarios que siembran la duda para luego protestar si sus números van mal.

En términos simples, el trabajo de las Juntas Receptoras tendrá un primer paso igual al de escrutinios anteriores, separando en puchos o montones los votos válidos de los nulos, blancos o abstenciones. De igual manera quedarán separados los votos enteros de cada partido y los votos fraccionados. La tecnología entra en el segundo paso: en vez de anotar rayitas en papelógrafos con trípodes de madera, el secretario anotará los votos y las preferencias en una laptop y cada JRV tendrá un proyector para que todos vean aumentados los datos que está digitando el operador.

No es “rocket science”, ciencia espacial incomprensible para el ciudadano normal. Las sumas de enteros y fracciones las hará un software sencillo, mucho más rápido y confiable que el método tradicional. El acta será digital, se imprimirá, se firmará con copias para el Fiscal y para todos los partidos y se enviará al CNPRE por una red privada, que no dependerá de la calidad de internet de cada lugar.

Los que tienen dudas deben saber, además, que habrá auxiliares de soporte técnico en cada centro de votación, al menos uno por cada 10 Juntas Receptoras, para ayudar a sus miembros a iniciar y a desarrollar la operación. También habrá fiscales electorales en cada centro para resguardar la legalidad de todos los aspectos de la votación.
¿Puede fallar la tecnología? Sí, por supuesto. Cualquier máquina puede fallar en el sentido de no funcionar. También el factor humano se puede complicar. Las capacitaciones, como siempre, han sido tardías y deficientes. Los simulacros, insuficientes. Puede haber desavenencias superables en el momento de la digitalización. Menos probable es que falle el procesamiento de los datos que se expresará en las actas. Más probable es que falle en algunos lugares la transmisión al Centro Nacional, y puede haber también fallos o retrasos, como siempre, en la divulgación.

Lo que debe estar claro para todos los ciudadanos es que la tecnología va a ayudar y que las eventuales dificultades o contratiempos se podrán superar, aunque más tranquilos estaríamos si, como han pedido los partidos, el Tribunal tuviera un Plan B, al menos en el sentido de tener impresos paquetes de folios para asentar los datos y formas de actas para llenar a mano en caso de necesidad.