No. No se trata del título de un libro de terror o ciencia ficción tampoco se trata de un aparato real que mida el tiempo que nos queda hasta el fatídico día en que según muchos se llevará a cabo el fin de los tiempos. Se trata de un proyecto denominado de Doomsday Clock y cuya traducción bien podría ser el reloj del Juicio Final o el reloj del Día Final, aunque también es mal conocido como el reloj del Apocalipsis o el reloj del Armagedón, en una aproximación imaginaria de lo que esos dos eventos bíblicos podrían llegar a ser.
En 1945 los científicos de la Universidad de Chicago y que habían trabajado en el Proyecto Manhattan, que hizo realidad las bombas nucleares, conformaron una asociación para hacer del conocimiento público los riesgos de estas nuevas armas. Dos años después, en 1947 cuando las súper-potencias nucleares ya había entrado de lleno en la acelerada producción armamentista de la era nuclear, la cual había iniciado después de la fabricación y uso de la primera bomba atómica utilizada en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tres días después la segunda en la ciudad japonesa de Nagasaki. Estos eventos hicieron que los científicos sintieran la responsabilidad de alertar a la humanidad de los posibles daños irreversibles de estos nuevos descubrimientos nucleares.
La asociación de científicos nucleares propone en esa fecha la creación de este reloj imaginario que nos acerca a la medianoche y cuya cuenta regresiva comenzó diez minutos antes. Este proyecto es actualizado por científicos nucleares, pero también cuenta con la participación de 15 Premios Nobel relacionados con esta área de las armas nucleares y con los mecanismos para evitar su uso. Este informe es publicado en forma de boletín informativo (https://thebulletin.org/doomsday-clock/current-time/), y en este se denota como un reloj imaginario pero basado en los hechos reales de la vida geopolítica del mundo actual nos acercan al siniestro momento del día, medido en la hora doce del reloj, en donde las súper potencias se vean presionadas a utilizar sus armas atómicas.
A pesar de su nombre tan explícito, su finalidad última no es crear terror en la población mundial sino, por el contrario, mantenernos informados de la situación geopolítica mundial y, sobre todo, educarnos y ayudarnos a entender cómo se encuentra la situación mundial con respecto a un posible desenlace fatal por una catástrofe nuclear.
Pero, ¿cómo se interpreta este Reloj del Juicio Final? Los científicos han propuesto el minuto 10 antes de las 12, es decir las 11:50 como el evento más lejano para la producción de una catástrofe nuclear y por el contrario entre más cerca nos encontramos de las doce (de la medianoche nuclear) por supuesto mayor será el riesgo. Siendo efectivamente las doce el momento del inicio de una debacle nuclear.
Lo importante, aunque no tan tranquilizante de esta medición, es que este año el reloj inicio en las 11:58, es decir, dos minutos previos a la medianoche y, por lo tanto, a la tan temida exterminación nuclear. El año 2019, el reloj comenzó con esos mismos números, es decir, que a pesar de los últimos eventos entre las grandes súper-potencias, las aproximaciones a una probable guerra mundial de carácter nuclear se disipan, aunque por supuesto no desaparecen.
Aun cuando la finalidad inicial del reloj fue alertar sobre el riesgo nuclear, con los años otros eventos potencialmente catastróficos para el mundo se han ido agregando, sobre todo aquellas relacionadas con el aumento del riesgo en la vulnerabilidad de la humanidad y su autodestrucción. Entre estos eventos se encuentra el cambio climático, las infecciones virales mundiales no controladas como el ébola y las nuevas tecnologías de armamentos no nucleares, pero con potencial destructivo masivo como la guerra biológica.
En la situación actual de confrontación mundial en que vivimos casi diariamente es bueno saber que se dispone de este tipo de información fiable, pues nos ayudarán a tomar decisiones basados en información fidedigna emitida por expertos y evitar que el temor innecesario lleve al terror invalidante que hace tomar decisiones inapropiadas por eventos que no siempre son completamente reales.
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