El olvidado servicio doméstico

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Foto EDH/ Josué Parada

Por Jonathan Navarro

2019-06-09 4:45:01

Nadie puede negar que en el mundo y en El Salvador existen importantes avances en la mejora de los derechos laborales, como también es innegable que hace falta mucho recorrido.

El servicio doméstico, aunque en su rubro sea minoría, no deja de ser un sector laboral con el que convivimos todos, ya sea por un familiar que lo desempeña o que lo desempeño en alguna época; o porque se trate de un servicio que privilegiadamente recibimos. Lo cierto es, que tanto el sector industria, comercio, agrícola, ganadero, textil, y claro doméstico, todos y sin excepción son sectores o rubros laborales, pero solo uno, es diferente para la ley respecto todos.

El sector doméstico es el único de los sectores laborales que posee regulación laboral especial, en el que por ley, el patrono puede exigir “constancia de buena salud”; el único que por ley “no está sujeto a horario laboral” y que está “obligado a prestar sus servicios en día de asueto”; además, es el único que contempla como causal de despido cometer “actos graves de infidelidad” contra el patrono o sus parientes. Pero la mayor discriminación es que es el único sector laboral cuya afiliación al Seguro Social es optativa del patrono, como si estar afiliado fuera un premio que el patrono puede dar, y nada más alejado a la realidad, porque además de todo, es el único régimen de salud, que debe pagarse de forma anticipada, como si fuera una contraprestación, que no da derecho a afiliar a cónyuge o compañeros de vida, no brinda atención odontológica, ni compensación económica por incapacitada o invalidez, y mucho menos optar a una pensión por vejez.

A una mujer que toda su vida ha trabajado en el sector doméstico le detectaron un tumor maligno en su matriz. Siendo imposible ser atendida en un hospital público por no contar con el equipo médico para realizar la operación que le hacía falta, solicitó a su patrono que la afiliaría al Seguro Social. Seis meses después de estar afiliada se llevó a cabo la operación, de la que milagrosamente salió con vida, para enfrentarse a tres meses de incapacidad no remunerada, a una atención medica discriminatoria por parte de médicos y empleados administrativos por el tipo de régimen al que pertenecía, y para que sus controles médicos post operatorios fueran interrumpidos después de una inspección realizada por el Seguro Social, que determinó que sus condiciones laborales no eran compatibles con el sistema y, por lo tanto, su patrono debía darle de baja.

Muchos recordarán con cierta nostalgia a aquella persona que los cuidó de niños; otros pensarán que el trato que reciben es más discriminatorio en el día a día que lo que la propia ley hace; otros, que comer y beber de un plato diferente y ocupar servicios sanitarios con exclusividad es lo normal; y otros no se han dado cuenta de que ellas cuidan mejor a tus hijos de lo que pueden cuidar a los propios.

Hablar de igualdad y de justicia parece que es meterse en un lío, porque tan pronto criticas una injusticia, te encuentras cometiendo una. Ojalá pronto veamos darle el valor y respeto a todos por igual, porque no hay causas grandes ni pequeñas, sino muchos retos por cumplir.

Abogado Instagram: jnavarro_abogado