Maestros, lo Mejor de lo Mejor

El Maestro Salvadoreño es un ser integral, es aquel que imparte sus conocimientos son los forjadores del futuro, los responsables de que nuestros relevos generacionales crezcan día a día, que se superen para hacer del país un lugar digno donde todos tengan las mismas oportunidades de hacer un bien social. Los países que le han apostado a la educación son los que lograr el verdadero desarrollo y se debe apostar por que los maestros salvadoreños reciban lo que merecen.

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Uno de los retrasos es que el Departamento de Ingeniería de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) no hizo estudios del suelo y eso provocó que se terminara el contrato con la empresa constructora. Foto EDH archivo

Por Ricardo Lara

2021-06-21 6:15:36

Hablar de Héroes de Blanco y tantos más ya en este país no viene al caso. El verdadero héroe que da vida a las futuras generaciones es el maestro; nadie parece reparar en la ardua labor que se le encargó a los forjadores de hombres, mujeres y valores, todo sucedió tan de repente que no dio tiempo ni de pensar en cómo se debía improvisar, trabajar, enseñar.
En un santiamén el maestro salvadoreño no solo fue arrinconado por el #COVID_19 sino por una sobre carga de trabajo inimaginable, empezar a buscar métodos de enseñanza que ni idea tenía que podrían servir, volver a estudiar, volver a las aulas para poder seguir educando párvulos, niños y adolescentes.
Ser el maestro que va a una universidad a aprender a ser maestro y ante una adversidad que jamás habíamos vivido en ese silencio y anonimato empezaron a reconstruir la sociedad. No hay nadie como ellos que hicieron un antes y un después de la tragedia y los resultados son indescriptibles, logros inimaginables donde pocos dirigieron la mirada; muchos maestros desembolsaron de su propio dinero para completar la tarea encargada por el Ministerio de Educación.
Somos los salvadoreños quienes debemos estar agradecidos de que gracias a ellos el país camina; motivar a miles de jóvenes estudiantes a que no deserten, a que regresen a clases, a trabajar más del tiempo estipulado para diseñar estrategias para que el ciclo del conocimiento no se detuviera, pocos hemos reflexionado en eso, muy poco.
Se dirigió la mirada hacia el sector docente, la disciplina y vocación de los maestros fue la gran protagonista silenciosa; no es fácil dar clases en forma virtual, no era para lo que los habían preparado pero no desanimaron; al contrario, cada maestro buscó la mejor forma de llegar a los hogares, y quizá olvidamos al maestro que labora en el área rural donde todo es más complicado y gracias a ellos tenemos a un país caminando, estudiantes con ansias de seguir luchando por lograr sus metas, y todo, gracias al Maestro Salvadoreño.
Quizá en años, toda esa ardua labor que realizó nuestro maestro quede en el olvido. Por un momento dejemos de ser un país que vive celebrando fechas puntuales, sino rendir el honor que ellos merecen.
El Maestro Salvadoreño es un ser integral, es aquel que imparte sus conocimientos; son los forjadores del futuro, los responsables de que nuestros relevos generacionales crezcan día a día, que se superen para hacer del país un lugar digno donde todos tengan las mismas oportunidades de hacer un bien social. Los países que le han apostado a la educación son los que logran el verdadero desarrollo y se debe apostar por que los maestros salvadoreños reciban lo que merecen.
Conozco casos personales donde un maestro debe trabajar dos turnos para poder seguir adelante.Las pensiones que reciben no son ni por cerca la justa remuneración a una persona a la debemos lo que somos: salvadoreños que amamos al país y por el cual seguimos dando lo mejor a nuestra Patria. Sin embargo, debemos entender que a la escuela se llega a aprender a leer y a escribir, sumar, restar y demás; es responsabilidad del hogar enseñar valores y no creer que es responsabilidad del Maestro quien lo haga; él enseña valores a sus hijos, y nosotros debemos enseñar tales valores a nuestros hijos en el hogar.
El Maestro Salvadoreño debería ser reconocido como lo es el maestro japonés que es la única persona que no hace reverencia al Emperador, pues sin maestro no hay emperador, ya ellos lo forman y por ello reciben todo el respeto.
Que este 22 de junio, Día del Maestro Salvadoreño, sea para reconocer su labor pero sobre todo quede grabado su rol durante la cuarentena y la pandemia.

Médico.