Amor y respeto al niño desde la gestación

Desde el vientre materno el niño tiene derecho a ser protegido. Una buena alimentación a la madre en gestación, asistencia ginecológica, un buen trato, un ambiente gratificante, todo ello constituyen normas de protección a la criatura por nacer.

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Por tercera vez en menos de un mes, muchos salvadoreños salieron a exigir un alto a la deriva autoritaria en El Salvador. Foto EDH / Jonatan Funes

Por Carlos Alberto Saz

2021-09-30 9:46:35

Hoy, viernes 1.° de octubre, en El Salvador estamos celebrando el Día de Niño, de ese ser humano en desarrollo, que tanto necesita de nuestras atenciones para el normal desenvolvimiento de su personalidad, como responsabilidad, cariño, cuidados, respeto, comprensión, y, sobre todo, amor.
Mil felicidades, pues, a todos los niños, tanto de El Salvador, como del resto del mundo.
Recordemos que el niño no es un homúnculo, o sea un hombre en miniatura; es una persona que se está desarrollando de acuerdo sus etapas de desenvolvimiento: primera infancia (0 a 6 años), segunda infancia(7 a 9) y tercera infancia (10 a 12), periodos de su personalidad que debemos atender con esmero y dedicación y entusiasmo. A los 13 años entra a la etapa preadolescente.
Proteger al niño es brindarle los principios arriba señalados.
Todo niño tiene derecho a ser protegido: proteger su integridad personal, su dignidad, su salud. Su presente y su futuro es tarea de todos, principalmente de los padres, los maestros o sus tutores.
La protección hacia el niño es uno de los tantos derechos decretados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hacia la personalidad del niño.
Proteger a un ser humano en pleno desarrollo -como lo es un niño- es brindarle todo lo necesario para su seguridad personal, para la integridad de su vida, para su normal desarrollo biosicosocial.
Desde el vientre materno el niño tiene derecho a ser protegido. Una buena alimentación a la madre en gestación, asistencia ginecológica, un buen trato, un ambiente gratificante, todo ello constituyen normas de protección a la criatura por nacer.
Eduquemos al niño conforme lo requieren los principios de la psicología y la pedagogía modernas, que recomiendan, entre otros valores, el respeto, como una de las bases fundamentales sobre las que descansa la educación integral del ser humano.
La protección implica valores, como la dignidad, el decoro y la decencia y el respeto. “Débese al niño el mayor respeto”, recomendaba el poeta satírico latino Décimo Junio Juvenal (años 60 a 130 después de Cristo).
En efecto, mientras mayor sea el respeto hacia los niños, mayores serán las probabilidades de éxito que estos encontrarán en el camino de sus vidas.
Porque a un niño que se le respeta en su integridad personal, desde su etapa gestatoria, se le está ofreciendo un ambiente favorable para el normal desenvolvimiento de su personalidad.
Y ese respeto abarca afecto, simpatía, empatía, comprensión, responsabilidad, amor, y todo lo demás que contribuya a la buena educación del niño.
Proteger al niño significa ofrecerle un hogar estable, seguro, digno y ejemplar; respetarlo indica brindarle una educación que le garantice una vida plena de bienestar, provecho y superación.
Meditemos, pues, en este Día del Niño para reflexionar lo que en verdad significa un niño: una persona en desarrollo que amerita de atenciones y cuidados por parte de nosotros los adultos.
Oportunas son, entonces, estas palabras del psicólogo Jean Chateau, exprofesor de Psicología y Pedagogía en la Facultad de Letras de Burdeos:
“El niño vive más allá de sí mismo en un mundo artificial que el adulto construyó para él. No se puede abandonar la infancia. sin pesar, porque es como abandonar la costa por alta mar. Abandonar la infancia es endurecerse, es sufrir”.
Antes, el niño; después, el niño: y por último, el niño. ¡Sí, señor!

Maestro, psicólogo, gramático.