Cumbre de la ONU: Babel de la tragicomedia, la farsa y la esperanza

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Paty Chapoy asegura que María Celesto tiene un pacto con Sara, la hija menor de José José. Foto EDH / Fotocaptura

Por Carlos Balaguer

2019-10-01 9:35:55

“Confundieron sus lenguas” dice Génesis. No sólo es la incomunicación digital ni el usual protocolo lo que vuelven “obsoletas” las cumbres de Naciones Unidas. Es su desfase en el tiempo cósmico, histórico y humano. En pleno S. XXI el mundo espera un parlamento Mundial no retórico, sino con plenos poderes de cara al futuro. El mismo futuro que reclama la civilización del mañana y que nuestra cavernícola
civilización tecnológica e industrial está abortando perversamente. La Asamblea es palestra de una patética tragicomedia donde confluye la farsa de dictaduras –tanto de la política como de la corrupción social. “La CICIG es una organización criminal”… “que vulneró los principios de soberanía nacional”–se atrevió a decir un actor de la tragicomedia— dando a entender que la corrupción es parte del derecho soberano. Otras dictaduras –defendiendo fracasados sistemas del
pasado— justificaron la miseria, la represión, el genocidio y la misma corrupción política y económica. Tan sólo la voz de esperanza de una niña sueca se elevó en los salones de la Cumbre para desafiar -con sus reclamos- a los impávidos líderes que ignoran la tragedia del Cambio Climático. Alianzas y no guerras; Humanismo y no Salvajismo; Vida y no Muerte; Paz, felicidad social -y no desgracias- pide a gritos el acosado mundo moderno, ya en las cumbres de Naciones Unidas como en los sistemas planetarios de comunicación satelital.