End Game

Si la gran mayoría logramos cumplir con todas las medidas de bioseguridad de forma colectiva, vamos a reducir la posibilidad de contagiarnos. Sin embargo, si no seguimos las indicaciones que las autoridades de salud nos recomienden, lo más probable es que nos encontremos en escenarios similares a países que se han desbordado

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Foto de referencia / Archivo / EDH.

Por Mauricio Maza

2020-05-26 10:57:38

Los jóvenes, al leer End Game, harán referencia a una película de super héroes de Marvel que se llama Avengers: End Game, en español titulada Los Vengadores, Final del Juego. En esta película se observaba un mundo 5 años después que la mitad de la población del planeta había desaparecido con solo un chasquido de dedos de Tanos. Un tirano, que estaba obsesionado con la idea que solo había una solución para encontrar un balance en el universo, esto era desapareciendo a la mitad de la población para evitar que los mismos seres vivos destruyeran el planeta en el que vivían.
Después de solo 6 meses de la aparición de este coronavirus en humanos, me recuerdo que a veces la ciencia ficción no se aleja tanto de la realidad. Afortunadamente, lo que estamos viviendo no dejará cicatrices como dicho evento en la película, pero sí cambiará la humanidad por siempre.
El término “end game” también se utiliza en el ajedrez. Son los últimos movimientos calculados cuando quedan pocas piezas en el tablero, cuando el juego está cerca a terminar. La última parte de una estrategia orquestada para ganarle al contrincante. En este momento, en este juego de ajedrez contra el coronavirus, estamos en el “end game” de contención. Déjenme decirles que me siento extremadamente orgulloso, de como nosotros los salvadoreños hemos aguantado hasta donde hemos aguantado. Varios países con muchos más recursos no lograron mantener controlado este virus por tanto tiempo como nosotros, pero tenemos que afrontar, que hagamos lo que hagamos ya perdimos la batalla de contención. El virus está dentro nuestra comunidad y pararlo es extremadamente difícil, por no decir inevitable.
Batallamos contra su poder de contagio, pero no fue posible contenerlo. Nuestro débil sistema de salud ya inició a sentir su poder en los centros asistenciales del país. Nuestra economía está dando sus últimos respiros de vida también, estamos en una situación en que, como país, estamos agonizando. Agonizando, pero no hemos muerto. Ahora, sigue la batalla en los centros de salud del país y debemos ser fuertes.
En este momento, ya no hay margen de error. Verán, mientras TODOS hemos estado tratando de contener este virus, otras enfermedades continúan existiendo, el dengue sigue afuera, las enfermedades crónicas siguen con nosotros, los accidentes por muy pequeños que puedan ser, siguen presentándose, y por muy pequeña que sea una fractura, requiere atención. Nosotros no queremos que nuestros hospitales estén llenos de enfermos con COVID-19 y que las personas que estén enfermas por otras causas no puedan ser atendidas. Es por esto, que debemos evaluar y poner en práctica nuevas estrategias en esta etapa de la batalla.
Le comentaba a un grupo de colegas que respeto mucho, este virus nos tomó por sorpresa, pero tenemos que ver más allá de esto, porque el resto de las enfermedades siguen existiendo y eso NO nos tiene que tomar por sorpresa. Si nosotros no buscamos soluciones a mediano plazo, cualquier problema que surja, será porque no planificamos de forma apropiada. En este momento hay que apresurarse a fortalecer el campo de batalla a corto plazo y a planificar la estrategia de combate a mediano plazo.
Hago un llamado a la unión. Creo que en todos los artículos lo repito. Necesitamos dejar de criticarnos, dejar de echarnos la culpa el uno al otro y unirnos para salir adelante. Tenemos que salir de esta pandemia sin ser perdedores. En todo este proceso hemos tenido imperfecciones, como es de esperar en momentos de crisis, el pecado no es fallar intentando, sino el de no aprender de lo vivido y seguir un rumbo que nos lleve a perder la batalla contra este virus.
Nosotros como sociedad debemos de ser conscientes de que tenemos que hacer para cuidarnos entre nosotros. Regresando a lo básico. No salgas de casa a menos que sea necesario. Al salir, siempre tienes que usar mascarilla, lávate las manos constantemente o utiliza alcohol gel y recuerda de mantener distanciamiento social. Estamos en el “end game” de esta etapa de la batalla. TODOS tenemos que iniciar a prepararnos para volver a salir, pero salir para darle otro respiro a este país que está agonizando. Salir, porque vamos a reactivar nuestras vidas, ¡salir porque es una necesidad para que el país viva!
Hay que hacerlo de una forma responsable, solo así podremos disminuir el número de casos. Si la gran mayoría logramos cumplir con todas las medidas de bioseguridad de forma colectiva, vamos a reducir la posibilidad de contagiarnos. Sin embargo, si no seguimos las indicaciones que las autoridades de salud nos recomienden, lo más probable es que nos encontremos en escenarios similares a países que se han desbordado. En ese caso, el End Game posiblemente será regresar a encerrarnos a casa. Con eso le estaríamos robando el último respiro de aire al país. Salvemos vidas, cada uno de nosotros somos responsables de nuestro destino.

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