“Jesús juega a su manera; y yo, a la mía”, expresó en una ocasión el querido y recordado beato Padre Flavián Mucci (1935-2021). Y en verdad su vida apostólica -dedicada a la piedad, el amor y la esperanza- se movió dentro del “juego divino” universal, que mueve las inmensurables fuerzas y misterios del cosmos, manifestados en la fe cristiana. “Quien no vive de alguna manera para los demás, tampoco vive para sí mismo”, escribió el humanista y filósofo francés Eyquem de Montaigne. La obra de amor que realizó Mucci en nuestra tierra -la cual hizo suya- durante cincuenta años, no sólo demostró haber vivido por los demás sino al servicio de Jesús y su doctrina de luz. Esto, contra todos los vientos, inspirado en su misión. Tal lo dijo en su ideario: “Voy a seguir... voy a seguir creyendo aún cuando la gente no tenga esperanza; voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio; voy a seguir construyendo aún cuando otros destruyan; voy a seguir hablando de paz aun en medio de la guerra; voy a seguir iluminando aún en medio de la oscuridad y seguiré sembrando aunque otros pisen la cosecha y seguiré gritando aún cuando otros callen; dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas, transmitiré alivio cuando vea el dolor...” (In Memoriam). <palabrasbalaguer.facebook.com>
Beato Flavián Mucci: la piedad y el amor en el juego divino
2021-09-29 7:10:34