La noria del virus

Hace unos días el ministro de Sanidad de Alemania fue contundente: “Para el fin de este invierno todos en Alemania se habrán vacunado, recuperado del virus o habrán muerto”.

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Será del 1 al 18 de diciembre en el jardín del CCESV. Foto: cortesía

Por Gina Montaner

2021-11-29 4:45:36

La impresión general es que la pesadilla del covid-19 ha quedado atrás. Como se dice en inglés, es más wishful thinking que un hecho que invita al sosiego. Lo cierto es que todavía se entra y se sale de oleadas de infecciones en medio de una pandemia que se logrará erradicar cuando los índices globales de vacunación alcancen la inmunidad de grupo.

Lo alentador es que ya no estamos en esa primera fase de marzo de 2020, cuando los contagios y las muertes estallaron por doquier, con la mayoría de los países desprevenidos ante la rápida propagación del virus. Fueron largos meses de encierro y desesperación con conocidos o familiares enfermos e incluso falleciendo aislados en los hospitales. La llegada de las vacunas y la voluntad de muchos de inmunizarse cuanto antes ha sido un soplo de mejoría y cambio frente a la cerril resistencia de los antivacunas y las campañas de desinformación.

Pero una vez más comienzan los festejos navideños con celebraciones y temperaturas más bajas que obligan a reuniones en lugares cerrados. La combinación perfecta para que el coronavirus campee a sus anchas en ambientes que propician la transmisión. Por mucho que resulte un incordio y un elemento aguafiestas, es momento de actuar con prudencia, incluso si se está completamente vacunado y con la dosis de refuerzo.

Mientras un segmento considerable de la población no se vacune todos estamos expuestos a contagiarnos, con el alivio para los vacunados de que, tal y como se ha comprobado, los inmunizados suelen tener síntomas leves comparados a la severidad de la enfermedad en los no vacunados que acaban hospitalizados. De ahí a que el uso de mascarillas y la distancia social cuando la situación lo requiere son medidas sensatas por mucho que los negacionistas digan sin fundamento alguno que no sirven.

Miremos a nuestro alrededor antes de proceder frívolamente: en Estados Unidos los casos de covid aumentaron un 10% la pasada semana, con mayor incidencia en las partes más frías del país, y las muertes por el virus incrementaron un 5%. En cuanto a Europa, Austria y Alemania están ahora a la cabeza de infecciones y muertes. No es casualidad que ambos países cuentan con un índice bajo de vacunación: menos del 66% de la población austriaca está totalmente vacunada y en Alemania solo se ha llegado al 68%, con un movimiento antivacunas muy agresivo y dispuesto a tomar las calles contra las medidas de mitigación.

En medio de un panorama en el que todavía reina la incertidumbre, una nación como Dinamarca, que desde el principio tomó medidas drásticas de confinamiento y obtuvo mejores resultados que sus países vecinos, se enfrenta a una cuarta ola tras haber relajado todas las restricciones. Ahora bien, con más del 76% de la población completamente vacunada, las hospitalizaciones y muertes en el país escandinavo son mucho menores que en Austria y Alemania, actualmente sumergidas en una crisis sanitaria. El canciller austriaco Alexander Schallenberg anunció que toda la población tendrá que vacunarse a partir del primero de febrero y el gobierno alemán se plantea secundar este tipo de mandato.

No hay duda de que queda un camino por recorrer antes de que la pandemia se diluya en un catarro de temporada como la gripe con un menor índice de mortandad. Pero también es incuestionable que allá donde las campañas de inmunización han sido más exitosas se cuenta con mejores condiciones para resistir los embates del persistente virus. Tenemos el ejemplo de la sociedad danesa (el 90% de la población respalda las medidas que se están tomando para frenar la nueva ola), y el de España, con más del 80% totalmente vacunada. También debemos citar a Puerto Rico, donde el 74% de la población se ha vacunado, mientras que en EEUU continental solo lo está el 59%, con una gran polarización ideológica que confunde la militancia política con los asuntos de la sanidad pública.

Hace unos días el ministro de Sanidad de Alemania fue contundente: “Para el fin de este invierno todos en Alemania se habrán vacunado, recuperado del virus o habrán muerto”. Un mensaje claro y duro si aspiramos a escapar de la noria del virus. [©FIRMAS PRESS]

Escritora y periodista/Twitter: ginamontaner