El virus y el petróleo

El combate al virus pasará, aunque tendremos que aprender a vivir con el hasta que le encuentren la cura los científicos, pero la crisis económica a la que recién entramos permanecerá

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Foto EDH/ Mauricio Castro

Por Eduardo Torres

2020-04-21 8:26:26

La mayor caída en la historia del petróleo no refinado de los Estados Unidos —tomando el “West Texas Intermediate” como referencia— es un inequívoco ejemplo de que a raíz del Covid-19 como razón principal, la oferta del crudo a nivel mundial supera con creces la demanda. ¿Y cómo habría de ser en otra forma —cabe preguntarse— si los aviones están en sus hangares y los vehículos en los estacionamientos? Del petróleo sale el combustible que mueve al mundo y la pandemia ha hecho que el mundo haya dejado de moverse. Obvia, entonces, la gravedad de la crisis económica a la que estamos entrando.
En momentos en que el debate en el mundo industrializado, conforme se sofocan gradualmente los brotes, se centra en cómo y cuándo activar los motores de la actividad económica, sobresaliendo Alemania como referente del manejo integral de la crisis; en países como el nuestro se polariza aún más la política, se pasan por el Arco del Triunfo resoluciones —de fiel cumplimiento— del máximo tribunal de Justicia y se “avala” a los alcaldes para que se unan, sabrá Dios bajo qué criterios, en el combate al virus. Muy importante es el rol que tienen por desarrollar los alcaldes en el combate a la pandemia, pero por lógica debería ser este más de alivio en lo básico a la gente, que parcelando el país, exceptuando donde hay brotes, o potenciales brotes.
Porque de seguir así, “al libre albedrío”, para el segundo día de aval ya hubo municipalidad que hasta toque de queda decretó. Con base en ello, surge acá una oportunidad para la Corporación de Municipalidades, ya que teniendo por ley cada municipalidad autonomía específica, Comures podría instalar una mesa técnica especializada, donde los criterios predominantes sean los de los médicos infectólogos y los especialistas en salud pública, junto a los alcaldes. Las recomendaciones o cursos de acción podrían sin duda aportar en un combate más eficiente en contra del virus, que es el exclusivo curso de acción que hasta el momento hemos traído como país.
Porque existe a su vez otra misma cara de la moneda, sobre la cual se debería ir trabajando en paralelo para cuando las condiciones permitan actividad económica de forma gradual, ya que los alimentos sobre la mesa al interior del hogar será algo tan importante en la siguiente fase como lo es en la actual el combate al virus. Ya que no es casualidad que haya venido advirtiendo la revista británica, “The Economist”, sobre las consecuencias económico/sociales que dejará el Coronavirus en el mundo no industrializado. Reflejado en pérdida de demanda, como está pasando con el petróleo, perdida de empleos, perdida generalizada de ingresos, severo retroceso económico, lo cual implicará gente que retrocederá hacia la pobreza.
Nadie en su sano juicio querría este escenario para su país, ni ciertamente, para ningún país en el mundo. Pero todo indica que ante un escenario así nos encontraremos. Por ello es importante que al menos mientras dure la pandemia hagamos a un lado las diferencias y nos centremos en lo que nos une o puede llegar a unir, como sortear en la mejor forma el Covid-19. Porque de lo contrario, el relativo éxito que muestra la data en el combate al virus se nos vendrá al traste si no se dan acciones inmediatas de salvataje de puestos de trabajo y de empresas micro, pequeñas, medianas y grandes. E inyección a la economía para el sector informal.
El combate al virus pasará, aunque tendremos que aprender a vivir con el hasta que le encuentren la cura los científicos, pero la crisis económica a la que recién entramos permanecerá; y hay que decir que también muere gente de hambre, de desnutrición y de depresión. En aras del bien común, que al menos durante esta pandemia, sea el azul y blanco lo que predomine en nuestro suelo.

Abogado y periodista.