Casi todos nos contagiaremos

Cualquier preparación no será completa sino cuenta con una genuina ALIANZA de trabajo y cooperación entre gobierno, sector productivo y sociedad civil

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Fotos EDH/ Lissette Lemus

Por Mirella Schoenenberg Wollants

2020-04-17 9:04:52

Así es, y no es para alarmarlos por lo que expreso que nos contagiaremos casi todos.
Lo expreso por dos razones: Primera, porque tendrán que seguir saliendo miles y miles de personas a las calles porque son parte del aparato estatal, de los comercios e industria indispensable para continuar viviendo como sociedad y personas, sin olvidar, nos guste o no, las multitudes que se aglutinaron en los CENADE y las que siguen haciendo multitudinarias colas en los bancos día con día, para obtener el indispensable subsidio de $300.00
Segunda, porque solamente si aceptamos que la vamos a sufrir, nos preparemos para enfrentarla como debe ser.
¿Cómo debe ser? Debe ser para no morir. Y en este pensamiento es que deseo que se ubique la esencia de mi mensaje.
De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), por lo general los síntomas de la infección por COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. Sin embargo, las personas con síntomas y signos graves obligan a hospitalizar a alrededor de 1 de cada 5 infectados.
Teniendo acceso a un sistema de salud pública que cuente con los recursos pertinentes para que nos atiendan de tal manera que nos curen y no muramos, es como nos vamos a preparar.
En este sentido, se debe hacer conciencia de que el recurso más importante en el área de la provisión de servicios sanitarios no son los equipos o los edificios: es y será siempre el recurso humano: médicos, enfermeras, laboratoristas, limpieza, motoristas, radiotécnicos, etc. Solo los que han estudiado las diversas áreas científicas relacionadas con la salud son los que al final de la cadena saben y pueden garantizar, en mucho, no en todo, lo que se necesita para aliviar y/o curar la enfermedad en el cuerpo humano.
Considero que es obligatorio no preocuparse, sino ocuparse en que nuestros hospitales cuenten con el personal médico con los conocimientos y experiencia necesaria para dar el servicio. Asimismo, hay que ocuparse en que el número sea no el indispensable, sino el suficiente, tomando en cuenta que habrá un porcentaje importante de ellos que se contagiaran y deberá estarse preparado para sustituirlo. Ojo, este detalle debe ser tomado en cuenta. Pongamos atención en lo que acaba de suceder en el Hospital Nacional Zacamil y en el Hospital Lamatepec del ISSS, el primero donde han sido puestos en cuarentena, dos docenas de expertos; y en el segundo, donde 12 especialistas renunciaron.
El famoso “aplanamiento” de la curva no busca sino dos objetivos fundamentales: uno, que no se saturen las áreas de ingreso de los hospitales, y mucho menos, las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Y dos, para PREPARARNOS: ¿Cómo? 1) Incrementando el personal de salud a través de nuevas y rápidas contrataciones pues es ya conocido que jamás ha existido el suficiente; 2) Creando una fuente de personal “de llamada” para sustituir a los que tengan que ser sometidos a cuarentena. 3) Llamando a los expertos en salud para el análisis de las deficiencias y cómo superarlas; 4) Construyendo rápidamente áreas de encamamiento con material temporal como lo están haciendo en países avanzados.
Pero cualquier preparación no será completa sino cuenta con una genuina ALIANZA de trabajo y cooperación entre gobierno, sector productivo y sociedad civil, entendiendo que en ésta última se encuentran las gremiales de profesionales que aglutinan o pueden convocar a los mejores expertos para estructurar una estrategia realista que nos permita enfrentar con éxito y de manera integral como sociedad este gran reto.
Esta crisis sanitaria como otras de esta naturaleza que ha vivido la humanidad, las ganan los científicos y el personal sanitario.

Médica, Nutrióloga y Abogada

mirellawollants2014@gmail.com