¿Cómo quieres que sea la unidad de salud en la cual te atienden a ti y a tu familia? ¿Bonita y limpia? ¿Con suficientes médicos y enfermeras, y que te atiendan bien? ¿Con tecnología que acerque “otro nivel de atención” para ti y tus hijos? ¿Con especialistas que te vean en pocos días y no en meses? ¿Con suficientes medicinas e insumos? ¿Donde no pasen diciendo: “De eso aquí no hay”?.
Para lograr tener las unidades de salud que nos merecemos se debe pasar la administración de estas, y su presupuesto, a los gobiernos municipales. El sistema de salud actual no ha funcionado así, no funciona así y no podrá funcionar así, a menos que se DESCENTRALICE. La descentralización no es una idea nueva, ha sido aplicada en países del Primer Mundo como Alemania, Suecia, Estados Unidos, etc.; ¿merecemos un sistema de Primer Mundo o no?
¿Qué controlarían las alcaldías con esta descentralización? El mantenimiento de la infraestructura, la contratación de personal médico, paramédico, administrativo, además de la compra de insumos y medicamentos, de acuerdo con un cuadro básico de requerimientos que resulte del conocimiento de las necesidades de la población del municipio, y no de la generalización nacional que se hace a nivel central, porque cada municipio es único, y todas sus especiales necesidades merecen ser atendidas.
Todo lo anterior requiere asesoramiento y supervisión permanente; la primera brindada por expertos, siempre disponibles (aunque nunca se hace uso de ellos) en las universidades y en los gremios; para la segunda, está el Consejo Superior de Salud Pública, que tiene un mandato constitucional de velar por la salud del pueblo (ojo, NO dice el Ministerio de Salud sino el CSSP) y, tiene las capacidades, porque se concentran en él todos los gremios de salud.
¿Cómo se regula el tipo de asesoramiento y de supervisión que se necesita? A través de la creación de una ley especial y la modificación de otras leyes que sean necesarias para, decirles con claridad a los consejos municipales, lo que deben hacer y cómo lo van hacer.
¿Qué ganamos los ciudadanos con esto? Que la atención de primer nivel esté realmente cercana a todos; que se convierta en la primera línea de detección y combate de los problemas de salud, como en el caso de la pandemia de COVID-19.
Esto es lo que hace un sistema de salud de Primer Mundo, no el construir hospitales caros. Ya es hora que pasemos de admirar a los países de 1er mundo, y copiemos sus buenas prácticas. La descentralización ha sido clave para el desarrollo económico y social de los habitantes de estos países…los salvadoreños merecemos lo mismo.
Y entonces, ¿en qué deberá enfocarse el MINSAL dentro de este sistema descentralizado? Debe quedarse a cargo de la elaboración e implementación de las políticas sanitarias, velar por que funcionen adecuadamente los niveles secundario y terciario de salud (hospitales), y preocuparse por mejorar la formación del recurso sanitario.
Y para los que dicen que las alcaldías no podrán tomar esta responsabilidad porque “no pueden ni manejar el problema de la basura”, yo les respondo: Nosotros, la gente de El Salvador, somos inteligentes y sabremos elegir a consejos municipales con las aptitudes y capacidades necesarias para cumplir con sus responsabilidades y satisfacer nuestras necesidades… si no, no les premiaremos con nuestro voto en las siguientes elecciones. ¡¡Hasta la siguiente!!
Médica, Nutrióloga y Abogada
Mirellawollants2014@gmai.com