Cambio Climático, tiempo de actuar

España se preocupa por la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático y apuesta firmemente por el cumplimiento de los compromisos internacionales para mitigar y desacelerar el calentamiento global.

descripción de la imagen

Por Federico de Torres Muro

2019-12-09 6:00:26

Desde el pasado lunes 2 y hasta el próximo día 13 Madrid es sede de la XXV Cumbre de Cambio Climático, bajo el lema “Es tiempo de actuar”.

El Gobierno de España ofreció nuestra capital al Gobierno de Chile, al que corresponde la Presidencia de turno de esta importante convocatoria multilateral, y que denominó esta Cumbre como la COP azul, por su énfasis en el nexo entre el cambio climático y los océanos.

Quiero aprovechar esta circunstancia para referirme a la importancia de que la comunidad internacional mantenga en un lugar prioritario de la agenda global este reto, al papel que España quiere seguir desempeñando en este ámbito y cómo la cooperación hispano-salvadoreña también responde a este desafío, articulando acciones para luchar contra los efectos del calentamiento global.

En las últimas décadas, el aceleramiento del deshielo de los polos, el ascenso del nivel del mar y el incremento en la frecuencia e intensidad de fenómenos como olas de calor, sequías y lluvias torrenciales, atestiguan que la amenaza es real y tiene un carácter global que requiere una respuesta multilateral. Como dijo S.M. el Rey, Felipe VI, en su encuentro con los Jefes de Estado y de Gobierno el lunes en Madrid, no hay frontera que nos pueda proteger del cambio climático.

En esa respuesta, la necesidad de asegurar que en la transición hacia un mundo climáticamente neutro no se quede nadie atrás, o la apuesta por una estrategia conjunta a los retos de clima y salud, son aspectos a tener muy en cuenta.

Hay que situar a las personas en el centro de nuestros esfuerzos bajo el lema de “no dejar a nadie atrás”, lo que está en consonancia con la íntima interrelación entre el histórico Acuerdo de París de 22 de abril de 2016 y la Agenda 2030, la única hoja de ruta para una globalización justa y sostenible.

Cuando hablamos de lucha contra el cambio climático no nos estamos refiriendo a algo que nos es ajeno, ni podemos escudarnos en que serán las futuras generaciones las que tendrán que afrontar este reto. La contaminación del aire en España provoca, según la OMS, graves enfermedades, y grandes ciudades costeras, como La Coruña, San Sebastián, Málaga, Barcelona o Valencia podrían verse afectadas por el ascenso del nivel del mar durante las próximas décadas.

Llegó, por tanto, el momento de actuar, por nosotros y por las generaciones futuras, con imaginación, agilidad y ambición climática. Atrás quedaron los tiempos en que la ecología y el desarrollo económico eran incompatibles. Actualmente, la transición a una economía verde y descarbonizada ofrece enormes oportunidades para el crecimiento y el desarrollo. Valga como ejemplo que la inversión en energías renovables de tecnología más barata y competitiva, generará además empleo, como lo han hecho todas las transformaciones tecnológicas a lo largo de la historia.

España se preocupa por la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático y apuesta firmemente por el cumplimiento de los compromisos internacionales para mitigar y desacelerar el calentamiento global. En el caso concreto de El Salvador, nuestra cooperación bilateral trabaja en ello desde hace más de 20 años. Nos hemos enfocado en contribuir a elevar el perfil ambiental del país a través de la conservación y manejo de sus principales áreas naturales con logros como la Declaración oficial de la Reserva de la Biosfera de Jiquilisco – Xiriualtique (la bahía de las estrellas), la declaración de varios espacios RAMSAR, de “especial interés para la anidación de pájaros”, o el diseño y apoyo a la ejecución de planes de manejo de humedales y parques nacionales como los de Los Volcanes, Montecristo o Conchagua. Para ello ha sido fundamental el compromiso de las instituciones salvadoreñas, la definición de políticas públicas, la participación ciudadana y el avance en el cumplimiento de los compromisos internacionales relativos al medio natural.

Actualmente, conscientes de la situación hídrica que atraviesa el país, la Cooperación Española ha focalizado su trabajo contra el cambio climático en el recurso agua, tanto a nivel nacional como regional. En este sentido, junto a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), trabajamos en la gestión del riesgo en el Corredor Seco Centroamericano y, en el plano nacional, estamos orgullosos de ver cómo el Plan Nacional de Gestión de Recursos Hídricos (PNGHR) que contribuimos a financiar está resultando de gran utilidad tanto para el sector público como para el privado, a la hora de planificar acciones, políticas, e inversiones.

Así, El Salvador y España dan una muestra más de su firme compromiso con el clima, a través de su cooperación bilateral que actúa sin dejar a nadie atrás.

Embajador de España en El Salvador.