Carta al Dr. Alabí: Va para fuera sin haber cumplido con nada

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Foto Archivo EDH: Instagram

Por Paolo Lüers

2021-02-17 4:41:55

Ministro:

Usted va para afuera, al sólo pasar las elecciones. En la anunciada “Lista Engels” que preparan en Washington para sancionar a funcionarios centroamericanos corruptos saldrá su nombre. También las investigaciones de la Fiscalía sobre la malversación de fondos y recursos durante la emergencia sanitaria le llegan demasiado cerca. Usted está dando sentido real a la consigna de su partido “van para afuera”.

Nadie lo va a extrañar. Nunca realmente ejerció su cargo de ministro de Salud, lo que es gravísimo en tiempo de epidemia. Usted permitió que decisiones que afectan la vida y la salud de los salvadoreños se tomaran en Casa Presidencial. Dejó que el presidente encargara el diseño y la construcción del Hospital Cifco a los (in)expertos del MOP, cuando es obvio que planificar un hospital requiere de capacidades especializadas.

Y su pecado más grave: Usted permitió que nos agarren sin un plan nacional de vacunación, cuando al fin nos llega el primer lote de 20,000 vacunas contra el Covid-19, en el marco del programa “Vaccine Maitri/Vacuna de Amistad” de India. Según el anuncio del presidente, ahora mismo comienza la campaña de vacunación, pero nadie, ni siquiera los profesionales de salud y mucho menos los ciudadanos, tienen idea de cómo se va realizar. No se sabe ni cómo ni dónde, y mucho menos con qué criterio de preferencia y secuencia nos van a vacunar. Entre tanta propaganda que emite el gobierno, no hubo espacio para la información oportuna.

En todos los países que disponen de un ministerio de Salud operante, se han dado algunos pasos lógicos e indispensables: un debate ético serio y transparente sobre los criterios para decidir a quiénes se va a vacunar de preferencia y en qué orden le tocará a los demás. Esto, combinado con una campaña de información y concientización, logra que los ciudadanos tengan confianza a las vacunas y a la forma en que el sistema de Salud las administra. Se crea un sitio Web donde el ciudadano se inscribe para gestionar la cita para su vacunación. En muchos países, los que son pacientes con antecedentes médicos relevantes, recibirán su vacunación en el hospital donde han recibido tratamientos y donde por tanto conocen su condición de salud.

Nada de esto está pasando aquí. Existen “lineamientos” generales de su ministerio, pero sin detalles y cronograma. Nadie sabe cuándo y dónde le va a tocar. La población no ha sido informada sobre las características de la vacuna; sobre posibles complicaciones; sobre el grado de inmunidad que podemos esperar. No nos han explicado el hecho que aún no está comprobado si una persona vacunada ya no puede ser portadora del virus… Nadie nos ha explicado que aunque estemos vacunados habrá que seguir con las medidas de prevención.

Lo único que nos comunican es que papa N (no Noel, sino el de las vallas celestes) consiguió las vacunas y con esto vamos a superar la epidemia. Pero esto es campaña electoral, no campaña de concientización de un gobierno responsable y transparente. De todos modos, es sospechoso que las vacunas aparezcan faltando diez días para las elecciones…

Lo importante es todo lo que NO sabemos. No sabemos cuántas vacunas el gobierno compró, a qué precios y con qué fechas de entrega. En noviembre, Bukele anunció en cadena nacional que había logrado reservar 2 millones de dosis de AstraZeneca a precios preferenciales. Desde entonces, ya nadie ha hablado de este lote. Olvidémonos de esta “reservación”, asumamos que fue otro invento del presidente. Pero entonces, ¿de dónde van a aparecer las 10 millones de dosis que necesitamos para dar a todos los salvadoreños sus 2 dosis necesarias para inmunizarlos? Dicen que el primer lote será de 50,000 dosis. La donación del programa internacional COVAX será de 375,000. ¿Y el resto?

Por más que ahora hagan propaganda con la vacunación de los de “primera línea” del sistema de Salud, tal vez les dará unos cuantos votos más, pero no llegamos ni cerca a un plan nacional de vacunación. 

Usted se va para fuera sin haber cumplido. 

Adiós, Paolo Luers