Carta al votante inteligente: Voten por carácter y principios 

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Katherine Yamileth García Ancelmo, desaparecida en La Libertad

Por Paolo Lüers

2020-11-13 5:33:28

Estimados amigos y amigas:

¿Quién dice que en política ser buena persona no importa? ¿Quién dice que carácter y principios no cuentan? Puede ser que cuenten más que ideologías y propuestas políticas.

Biden ganó a Trump porque es un hombre decente. No sé si sus votantes conocen y comparten sus políticas, pero conocen su carácter. Por eso ganó.

Yo no comparto muchas de las políticas de Frau Angela Merkel, pero estoy convencido que su carácter y sus principios, probados en varias crisis, han logrado que los populistas de derecha y de izquierda no puedan dividir al país, y que haya confianza entre gobernados y gobernantes.

En la crisis que vivimos en El Salvador, hay que convertir la elección de diputados en un asunto de carácter y principios. Voy a explicar ese concepto con algunos ejemplos.

Suelen Ayala y Bertha María Deleón son dos candidatas muy diferentes. Bertha viene de la izquierda; Sulen, de la derecha. Bertha es luchadora por los derechos de las mujeres, incluyendo el aborto. Sulen es conservadora provida.

Quiero ver a ambas en la nueva asamblea, porque encima de todas sus diferencias políticas y culturales, tienen algo en común que es esencial para esta elección: son guerreras, ambas comprometidas con defender el estado de derecho contra la insaciable sed de poder de Bukele. Ninguna de ellas va a abandonar esta lucha, ni por amenazas, ni por sobornos, ni por claudicación. Posiblemente estas dos mujeres en algún momento serán protagonistas opuestas en un gran debate sobre el aborto. Pero ambas tienen claro que ante la amenaza para la democracia sería irresponsable dividir al país entre conservadores y liberales. Saben que tiene absoluta prioridad ganar la batalla entre demócratas y autoritarios. Por esto, no tendrán problemas para trabajar juntas.

Esta elección será de rostros. Los votantes tenemos que valorar el carácter de los candidatos. Bertha De León y Sulen Ayala son de diferentes partidos, una de Nuestro Tiempo y la otra del Partido Demócrata Cristiano. Probablemente ustedes no están de acuerdo o incluso ni siquiera conocen las propuestas políticas de estos dos partidos y de estas dos candidatas, pero pueden estar seguros que van a trabajar juntas con todos los que están dispuestos a defender la Constitución y la independencia de las instituciones democráticas. 

En esta elección hay pocos candidatos que son decentes y confiables; muchos que no son ni chicha ni limonada; y demasiados que son malos, no solo en el sentido de incapacidad, sino malos malos. La mayoría de estos malos, una vez diputados, serían totalmente serviles a Bukele. Para ellos no existirá la independencia del Órgano Legislativo.

Los candidatos oportunistas, aunque estén en partidos de oposición, no serán combativos a la hora de enfrentar al gobierno, e incluso pueden ser comprables. Hay que identificar y apoyar a los candidatos decentes, combativos y comprometidos con la democracia, que pueden estar en cualquiera de los partidos no gobiernistas.

Algunos de estos buenos, aunque de diferentes partidos, están corriendo en La Libertad: Cristina Cornejo es candidata del FMLN, y su valentía y competencia serán indispensables en la siguiente Asamblea. Lo más lógico sería que votantes de ARENA, que decidan no votar por bandera sino por cara, incluyan a esta candidata del Frente. Igual merecen apoyo interpartidario Aida Betancourt, de Nuestro Tiempo; Juan-Marco Álvarez, del PDC y Alex Kravetz, de ARENA. Los tres representan otras cualidades: racionalidad, competencia profesional y capacidad de construir acuerdos. Estas cualidades son igualmente importantes para los desafíos de la siguiente Asamblea, no solamente cuenta la combatividad.

Solamente son ejemplos, cada uno de ustedes puede hacer este análisis en su departamento y escoger a los candidatos que por su carácter y principios inspiran confianza. Lo importante es que suficientes mujeres y hombres valientes entren a la Asamblea.

Saludos, Paolo Luers