De vender dulces en la universidad a fundar un comercio de cactus

Diego Valencia primero vendió dulces en los pasillos de la universidad donde comenzó a estudiar Comunicaciones. Inició coleccionando cactus en su casa, ahora los reproduce y les da diferentes presentaciones para venderlos, con su negocio se ha costeado la universidad y ya está a un año de terminarla.

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Diego Valencia muestra con orgullo la variedad de tipos y presentaciones de cactus que tiene en su pequeño comercio. Foto EDH / Cortesía

Por Wiliam A. Hernández

2021-07-18 10:55:01

Diego Valencia es un estudiante de Santa Ana que siempre se interesó por estudiar la carrera de Comunicaciones, pero al igual que para otros jóvenes, las limitantes económicas han sido su principal obstáculo para lograrlo. Pero este joven pasó de vender dulces y chocolates entre sus compañeros a reproducir cactus y ofrecerlos en diseños creativos.

Diego comenta que un día un amigo emprendedor de Santa Ana le dijo que unos de conocidos iban a dar un curso de cómo hacer terrarios (plantas en pequeños recipientes). El joven se decidió y se animó para inscribirse en el curso pues pensó que muchas de esas plantas podría venderlas adaptándolas a diseños creativos. Rápido aprendió a cómo se hacían y decidió emprender.

 


La variedad en las presentaciones de los cactus, como estos en modo colgante, es parte del sello de calidad de la empresa de Diego. Foto EDH / cortesía

Para Diego los cactus significaban mucho ya que él coleccionaba en su casa. Ya dentro del curso empezó a crear terrarios con los cactus de su colección para practicar bien la técnica. Pasaron las semanas y decidido en su negocio comenzó a buscar proveedores e inspirarse viendo videos en Pinterest y en Google.

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Luego de las ideas llegó el reto de nombrar a su pequeño negocio, algo que le daba mucho entusiasmo pues quería un nombre “chivo”, significativo para su emprendimiento. Al inicio se le ocurrió que se llamara “YoCarly”, un juego de palabras haciendo referencia al nombre de su papá y mamá; pero luego dijo: “con este nombre no voy a vender mi producto”, y siendo fan de Pokemon recordó que existía un pokemon llamado “Cacnea” que era un cactus, entonces buscó características en él y se decidió por ese nombre, algo que le recuerda su infancia.

Ya con Cacnea en su mente, le pidió a su hermano diseñador que le ayudara con la creación de un logo para su pequeño negocio.

Lo hizo y empezó a comprar materia prima para crear los productos. Abrió una cuenta en Instagram, con la idea de promocionar sus creaciones y venderlos, y publicó los primeros productos.

Todos sus amigos empezaron a compartir la cuenta y rápidamente comenzó a subir en número de seguidores. Cacnea nació el 28 de octubre del 2019.

La combinación de elementos con las plantas es lo que ha permitido darle un nivel de diferenciación a sus productos. Foto EDH / Cortesía.

Primera desilusión

A inicios de 2020 Diego fue invitado a su primera feria en Santa Ana. Estaba muy entusiasmado y pensó: “es mi oportunidad”, para lo cual preparó mucha venta, pero llegado el día, no vendió absolutamente nada.

Eso lo desmotivó pues el joven universitario pensó muchas veces si era factible emprender con los cactus o si quizá no era el mejor producto.

Pero pasados unos días, no se dejó ganar por los malos momentos y para el 14 de febrero lanzó su primer producto con temática y diferenciador. Ese día Cacnea vendió más de 40 unidades y las esperanzas volvieron.

Diego comenta que le piden muchos diseños personalizados para obsequiar en ocasiones especiales. Foto EDH / Cortesía

Cacnea inició una buena racha pero tuvo que verse en pausa debido a la pandemia, muchos planes y muchos productos por salir tuvieron que detenerse.

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Cacnea hizo una pausa durante cuatro meses, tiempo en el cual Diego pasó pensando qué productos podría lanzar cuando levantaran la cuarentena. Con la ayuda de su papá Diego creó la “Suculenta Party” y la lanzó el 22 de junio del 2020.

Esa idea le permitió producir más de 200 unidades, después de lanzar ese producto Cacnea fue subiendo poco a poco y empezó a crear productos cada dos semanas. Las ventas online estaban en su mejor momento, pues Diego y su papá entregaban productos todos los sábados a San Salvador, ya que vive en Santa Ana.

En noviembre del 2020 conoció a los fundadores de Hecho en Casa, tienda que vende producto de diseñadores salvadoreños y donde vieron mucho potencial en la marca de Diego por lo que lo invitaron a formar parte de la tienda. Sin pensarlo dos veces, Diego accedió a ser parte de esta comunidad de emprendedores.

Al día de hoy Cacnea cuenta con envíos a los 14 departamentos de El Salvador, está en una de las tiendas más reconocidas a nivel nacional, y la imaginación de Diego sigue creando todo tipo de productos y diseños innovadores y únicos.

Mientras Diego sigue con su pequeña empresa, debe hacer tiempo también para estudiar. La pandemia le ha facilitado que con las clases virtuales de la universidad él puede seguir con el cuido de sus cactus y creando nuevos diseños.