Por cada galón de combustible se pagan hasta $0.84 solo en impuestos

Por cada galón de combustible que un automovilista compra en una estación de servicio debe pagar casi un dólar solo en concepto de impuestos. A la fecha son cinco los tributos que se le aplican a este producto importado.

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Foto EDH/ Archivo

Por Karen Molina

2021-04-04 10:00:20

Hasta $0.84 pagan los automovilistas en impuestos por cada galón de combustible que compran en las estaciones de servicio en El Salvador.

En momentos en que la gasolina comienza a aumentar de precio, este costo, añadido al precio base de cada producto, se percibe cada vez más por los conductores, que piden al gobierno revisarlos para reducir su gasto.

“Nos cobran por Fovial, para los buseros y para otras cosas que uno ni sabe en qué ocupan ese dinero y como ve, la gasolina va cada vez para arriba”, afirma Antonio García, un conductor de 60 años que cada semana gasta entre $15 y $20 de combustible para ir a traer y dejar a su esposa al trabajo.

En su factura se ven reflejados cinco impuestos que el Gobierno cobra por los combustibles: el primero es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que añade un 13% más al costo base del producto.

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Este es un impuesto que se aplica no solo al combustible sino también a todos los productos y servicios que se comercializan en el país.

El segundo impuesto es el Fondo de Conservación Vial (Fovial) por el que se agregan $0.20 para la reparación y mantenimiento de las carreteras del país.

Según el Ministerio de Hacienda, entre enero y diciembre de 2020 este impuesto recogió un total de $83.5 millones, con una disminución de $12.6 millones debido a que, por la cuarentena obligatoria el consumo de combustible cayó, lo que también afectó la recaudación tributaria.

El tercer impuesto agregado es de $0.10 por galón. Este se denomina Contribución al Transporte (Cotrans) y su recaudación se traslada al pago del subsidio a los transportistas, para que estos mantengan una tarifa baja para los usuarios.

La ley transitoria que daba vida a este impuesto quedó sin vigencia el 30 de junio del año pasado, pero el 24 de diciembre el presidente Nayib Bukele reactivó nuevamente el impuesto para financiar el pago del subsidio retroactivo para el transporte público, que estuvo inactivo durante el periodo de cuarentena.

Según Hacienda, este impuesto solo logró recaudar $23.3 millones debido a que el impuesto fue eliminado durante varios meses y también debido al bajo consumo de combustibles durante la cuarentena.

El cuarto impuesto que los consumidores pagan cada vez que compran un galón de combustible es el Fondo de Estabilización y Fomento Económico (FEFE) llamado “impuesto de guerra”, porque inicialmente servía para subsidiar los costos del conflicto armado. Ahora está destinado a financiar el subsidio al gas propano de uso doméstico.

Este es un impuesto de $0.16 por cada galón de combustible y en 2020 recaudó $36.3 millones, siempre presentando una disminución respecto a lo que se había recaudado en 2019 cuando entre enero y diciembre logró recaudar $41.2 millones.

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Esta contribución es ahora más clave tomando en cuenta que el precio del gas propano ha subido de precio, al igual que otros carburantes, por lo que el Gobierno ha tenido que aumentar el subsidio a las familias beneficiarias sin aclarar de dónde obtendrá los fondos para financiarlo.

El quinto impuesto reflejado en las facturas del consumidor en las estaciones de servicio es el Impuesto Especial a los Combustibles (IEC). Este se aplica cuando el precio del barril de petróleo baja de los $50. En estos momentos el cobro no tendría que verse reflejado en las facturas de los consumidores pues el barril de petróleo sobrepasa los $60 en el mercado internacional.

¿Más impuestos a la gasolina?

Para Julio Villagrán, experto en el mercado de hidrocarburos, la imposición de estos cinco impuestos deberían revisarse nuevamente pues para él varios de estos cargos son injustos para el consumidor.

Por su parte el presidente de la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP), Pedro Recinos, afirmó hace unos días que estos impuestos no pueden modificarse en las estaciones de servicio, pues a su vez son exigidos por el gobierno y deben aplicarse como manda la ley.

Sin embargo, no descarta la posibilidad de que estos tributos sean revisados por las autoridades si se requiere incentivar la compra de los combustibles.

Pero la revisión de estos impuestos no parece ir por la línea de reducirlos, sino todo lo contrario.

Con la aprobación de los $389 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el año pasado en medio de la pandemia, el organismo también hizo algunas recomendaciones, entre ellas, “medidas permanentes”como el aumento de los impuestos especiales sobre la gasolina y el diésel, aprovechando la caída en los precios del petróleo de ese momento.

Aunque en sus recomendaciones el organismo no da más detalles sobre este cambio, la sugerencia no es extraña pues también ha indicado que para hacer un ajuste fiscal el país tendría que aumentar el IVA y aplicar otros impuestos.

Actualmente el gobierno se mantiene en negociaciones con el FMI para un acuerdo financiero por $1,300 millones.

Factura petrolera ha caído

Lo que sí es cierto es que la importación de petróleo, conocida también como la factura petrolera, cayó significamente en 2020 producto de la cuarentena.

Según los datos del BCR, el año pasado la compra de combustible fue $550.1 millones menos que la del año anterior (2019).

La demanda de combustibles en las estaciones de servicio llegó a caer hasta en un 70% mientras la economía estuvo cerrada por varios meses.

Ahora, con una reactivación económica esta demanda llegó al 95% nuevamente, según dijo Recinos. No obstante, la variación del precio del combustible, que lleva una tendencia al alza en el mercado internacional, podría reducir nuevamente esa compra.

Distribuidores analizan actualizar precio de referencia

Los distribuidores de productos de petróleo en el país no descartan la posibilidad de solicitar al ministerio de Economía que revise la fórmula de referencia que se aplica para obtener los precios que se publican cada 15 días en el país.

Según Julio Villagrán, experto en el mercado de hidrocarburos, la Fórmula de Precios para los combustibles creada en el gobierno de Antonio Saca está desfasada y perjudica al mercado nacional. “El presidente Nayib Bukele debe revisarla, pero gente que entienda eso”, escribió en su cuenta de Twitter.

Para Villagrán, la fórmula usada actualmente no permite que los cambios en el precio se perciban con más rapidez pues los precios al público son un promedio del costo del petróleo de las últimas tres semanas.

Villagrán puso como ejemplo el caso de Guatemala, que hace 15 días percibió una reducción en el precio de los combustibles asociado a una reducción del precio del barril a nivel internacional.

Sin embargo, en El Salvador los consumidores todavía tuvieron que percibir un alza más debido a que su precio es un promedio de las tres últimas semanas.

Villagrán dijo que si se modificara esta fórmula de referencia, los cambios se percibieran con más rapidez.

Este lunes que cambien los precios del combustible nuevamente, Villagrán espera que por fin haya una reducción aunque ésta no sea significativa.

“Vamos a ver una pequeña reducción como producto de una caída en el precio internacional del petróleo”, afirmó.

Por su parte, los agremiados a la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP) se reunieron la semana pasada para discutir los principales retos que enfrenta el sector, así como nuevas propuestas que podrían hacer a las autoridades para mejorar el mercado de los combustibles en el país.

Según Pedro Recinos, presidente de esta gremial, entre los puntos que se han abordado están precisamente la fórmula de referencia, que es la que también establece los márgenes de ganacia para el sector.

La Asociación está tratando de unirse más en un nuevo contexto económico. La mayor parte de los distribuidores son ahora propietarios independientes o franquiciatarios de marcas, pero sus márgenes de ganancia se han visto reducidas y, a la vez, afectadas por los vaivenes del precio internacional.

No obstante, el mercado de hidrocarburos está liberalizado en El Salvador.