René León, exembajador de El Salvador en EE.UU. : a China no le interesa el desarrollo económico de El Salvador

Exembajador de El Salvador en Estados Unidos, sostiene que los programas Alianza por la Prosperidad y Fomilenio II sí podrían terminar. Agregó que el balance de los costos-beneficios “será negativo”

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Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador; Mike Pence, vicepresidente de EE.UU.; Jimmy Morales, presidente de Guatemala y Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, se reunieron en junio pasado para analizar el caso de los migrantes ilegales hacia Estados Unidos. Foto EDH / archivo Foto: AFP

Por Jessica Guzmán

2018-09-12 8:35:35

El Salvador podría perder los beneficios de los programas Alianza para la Prosperidad y Fomilenio II debido a la apertura diplomática que ha iniciado el gobierno salvadoreño con China Popular, señaló este miércoles el exembajador de El Salvador en Estados Unidos, René León, quien se desempeñó en ese cargo durante varios años.

También detalló que el llamado a consulta que hizo el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos a la embajadora de ese país en El Salvador, Jean Manes, “es grave” y no debe tomarse a la ligera.

León, dio dichas declaraciones en el marco de la conferencia “Estados Unidos frente a la apertura de las relaciones diplomáticas de El Salvador con la República Popular de China”, organizada por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), donde puntualizó que los costos/beneficios que obtendrá El Salvador en sus relaciones diplomáticas con China Popular “serán negativos”, y agregó que quizá el gobierno no lo ha analizado.

El exfuncionario hizo un llamado enfático al sector privado a pronunciarse con fuerza, ya que se pueden estar tomando decisiones muy equivocadas para El Salvador.

“Uno no puede decir que no está pasando nada cuando Estados Unidos ve que está en juego su seguridad nacional y ve en China una política expansionista y de extracción, porque la gran apuesta de China es dar grandes financiamientos de desarrollo para que después no le puedan pagar. China no da $2 mil millones a cambio de nada”, señaló el exdiplomático nacional.

Anteriormente, la embajadora de EE.UU., Jean Manes, había advertido que China quería incursionar en el Golfo de Fonseca donde existe un interés estratégico de seguridad nacional para Estados Unidos, que ahora está evaluando “qué hace con estas relaciones”, mencionó León.

Estados Unidos ve al Golfo de Fonseca como el punto estratégico de equilibrio militar y es lo que quiere China, señaló León, agregando que ese dominio que busca el país asiático en El Salvador, ya lo está logrando en Panamá con financiamientos millonarios hasta llegar a tener el control del Canal de Panamá, por donde pasan millones de mercadería para y de Estados Unidos.

El también analista político dijo que China juega con la política ilusionista y esto tiene que ver con que muchos pueden estar pensando que dinamizará la economía y se generará más empleo, lo que aseguró es falso: “a los chinos no les interesa el desarrollo económico de El Salvador”.

René León, exembajador de El Salvador en Estados Unidos, advirtió sobre las consecuencias que puede acarrear para El Salvador establecer relaciones diplomáticas con China. Foto EDH / René Quintanilla

Ojo con las Zonas Económicas

Uno de los puntos que destacó, y que llamó a ponerle ojo es al Proyecto de Zonas Económicas Especiales de la Zona Sur Oriental, presentado por el gobierno, ya que es “antinacionalista porque los salvadoreños no pueden invertir, pero sí pueden invertir otros países como China, pero a China lo que le interesa es el (control del) Golfo de Fonseca”, enfatizó.

“El panorama que detalla León y desde su experiencia no es algo que El Salvador debe pasar por alto. Se debe hacer un análisis importante de todas las implicaciones, principalmente cuando están en juego las relaciones con nuestro principal aliado en todo tipo de temas. Y hay que tener mucho cuidado con el tema de las Zonas Económicas Especiales, y que juega en toda esta realidad mundial”, aseguró Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex).

Por su parte, Claudia de Ibañez, presidenta de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AmCham), recalcó que hay muchos puntos que están en juego en una inconveniencia en las relaciones con Estados Unidos y uno de ellos es los más de dos millones de salvadoreños que están en el país norteamericano.

“Debemos pensar en los más de dos millones de salvadoreños que tenemos en Estados Unidos, todas las exportaciones que hacemos a ese país, además de las compañías norteamericanas que hay en nuestro país si le agregan valor, generan empleos de calidad”, dijo de Ibañez.

La presidenta de AmCham sostuvo que si bien puede ser una tendencia mundial “el establecer relaciones diplomáticas con China”; advirtió que debe haber un análisis profundo, ya que lo que el gobierno debe tomar como prioritario es que las decisiones que tome sean de beneficio para los salvadoreños, en cuestión de empleos y de atracción de inversiones. “Veamos qué es lo que está en juego. El sector privado debe pronunciarse y que los políticos sean serios, que los diputados sean serios, porque lo menos que podemos hacer es un análisis de todo esto. Con las relaciones con China a lo mejor el FMLN gana, a lo mejor ganan sus dirigentes, pero El Salvador pierde”, concluyó el ex diplomático.

Al respecto, el presidente de la ASI, Eduardo Cáder, hizo un llamado al gobierno y a los diputados de la Asamblea Legislativa a tomar en serio el análisis de los costos beneficios que se está jugando el país con estas decisiones, y en términos del proyecto de Ley de las ZEE, un factor que ha cobrado gran importancia en la coyuntura actual.

El programa Fomilenio II acaba de entrar a su cuarto año, una etapa decisiva de ejecución, sin embargo podría ser interrumpida . Foto EDH / archivo

¿Qué son la Alianza para la Prosperidad y el Fomilenio II?

Las iniciativas lideradas por el Gobierno de EE.UU. buscaban reducir la pobreza y mejorar clima de inversión.

El Plan Alianza para la Prosperidad es una iniciativa impulsada por los países del Triángulo Norte que ha contado con el apoyo y respaldo de Estados Unidos y que cuenta con una secretaría técnica dirigida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La iniciativa fue creada en 2014 ante la emergencia derivada por el incremento en el flujo irregular de niños y adolescentes que migran a Estados Unidos.

En enero de 2016, los presidentes del Triángulo Norte de Centroamérica y el vicepresidente de ese entonces de Estados Unidos, Joe Biden, se reunieron para establecer el apoyo económico.

Así las cosas se definió que a El Salvador le corresponderían $65 millones de los $750 millones aprobados por el Congreso estadounidense para contrarrestar la migración de niños y adolescentes centroamericanos.

Otros $98 millones se orientarían Honduras y $112 millones a Guatemala.

Luego de la reunión de alto nivel, el secretario técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, detalló que del monto global se destinarían $400 millones a la cooperación regional, a los que los países del Triángulo Norte podían aplicar.

Por su parte, el Fondo del Milenio (Fomilenio II) es un programa financiado con $277 millones donados por el gobierno de Estados Unidos, a través de la Corporación del Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés), más una contrapartida de $88.2 millones aportada por el gobierno de El Salvador. En total se trata de un fondo de $365.2 millones que se estima serán invertidos en un plazo de cinco años.

El convenio para el segundo compacto fue firmado el 30 de septiembre de 2014 por el entonces canciller de la República, Hugo Martínez, y el vicepresidente de operaciones de Convenios de la Corporación del Reto del Milenio (MCC), Kamram M. Khan.

El objetivo del programa es mejorar el clima de inversiones mediante la mejora en la calidad en la educación y la formación profesional, y la agilización del paso en uno de los corredores logísticos más importantes del país.

Los tres ejes de acción en los que trabaja Fomilenio son i) Clima de Inversiones, ii) Capital Humano e, iii) Infraestructura Logística.