Las industrias creativas y culturales, englobadas dentro del concepto de economía naranja, están siendo impulsadas, actualmente, por entidades multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como una apuesta para dinamizar la economía de países como El Salvador, en donde el crecimiento económico se ha desacelerado.
Hablar de economía naranja es tocar los temas vinculados a la industria creativa del cine, la moda, el teatro, la música, el diseño (en todas sus dimensiones artesanal, gráfico, industrial, etc.) y la danza, entre otros, con valor agregado, un elemento diferenciador que genere bienes económicos y se ampare en la propiedad intelectual.
A la fecha El Salvador no tiene un registro especial de los bienes que genera su industria creativa; sin embargo, según algunos datos proporcionados por el BID, las exportaciones de sus industrias creativas fueron $125,.48 millones solo en 2012.
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Carmiña Moreno, representante del BID en El Salvador, señala que la economía naranja y la industria creativa son una fuerte palanca para desarrollar el crecimiento económico de cualquier país, pero afirma que esto “no se logra de la noche a la mañana pues debe haber organización”.
Según la ejecutiva, en primer lugar El Salvador debe tener claro “qué tiene de atributos que quiere mover” y que otros quieran comprar.
“Que las iniciativas generen bienes, o las ideas se transformen en bienes o servicios culturales. Lo que se requiere es que alguien los compre y para que eso pase, ese producto debe tener calidad, creatividad, que tenga un elemento diferenciador, que haga que un cliente esté dispuesto a comprarlo o invertir en él”, explica Moreno.
Uno de los conceptos que van amarrados con el valor agregado que debe tener una iniciativa es la identidad, de pertenencia, algo exclusivo que lo hace más valioso aún.
Se debe planificar
En el país, dijo Moreno, hay muestras de talento de todo tipo, pero lo que falta es planificación y, en esto, el incipiente Ministerio de Cultura debe jugar un papel importante, no dentro de 10 años, sino ya, señaló la representante del BID.
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Advierte que se debe hacer un diagnóstico del estado que tiene la industria creativa del país, como facilitador para que se desarrolle.
En principio se debe revisar la normativa, ¿Qué tipo de legislación hay para impulsar a la industria creativa?, si hay incentivos, ¿De qué tipo son?, ¿Qué talentos están sin atender?, ¿Con cuál capital se puede contar o gestionar para echarlos a andar?, etc. “Tenemos que hacerlo de manera organizada, que (ese talento, esa idea creativa) se transforme en un bien y servicio cultural, y cuando tienes esto es cuando lo vendes, la gente está dispuesta a pagarlo porque ve que es una pieza que vale la pena. Es donde este concepto deja de ser un pasatiempo y pasa a ser parte importante de la economía”, comentó.
Economía naranja en cifras
El peso global que tiene la economía naranja evoluciona, la cultura y los bienes directamente relacionados con la creatividad representaban hace dos años el 3 % del PIB mundial y dieron empleo a 29.5 millones de personas.
Los ingresos de las industrias creativas y culturales en el mundo representan 2.25 billones de dólares más que toda la industria automovilística de Japón, Estados Unidos y Europa, dijo.
En América Latina el peso de la industria cultural todavía es incipiente, pero se calcula que su impacto en la generación de empleo es importante, ya que solo en México representa el 11.2 %; en Guatemala el 7.1 %; en Colombia el 5.8 % y en Perú el 4.5 %.
¿Qué pasa en El Salvador?
Aunque no hay un documento que registre el crecimiento y lo que genera la industria creativa en El Salvador, algunos de los datos que rescata el BID, a partir del último censo del 2007, indican que las industrias creativas representaron en el 2005 el 1.4 % del Producto Interno Bruto de El Salvador.
¿Qué debe pasar para que esta industria despegue?
Moreno señala que deben haber más iniciativas como la Semana de la Innovación, que se está desarrollando esta semana; y otra muy importante como el 5o. Festival Internacional de Cine en Suchitoto, (FICS) que se desarrollará entre el 9 y el 18 de noviembre. En cada una de estas actividades hay ponencias importantes sobre creatividad, innovación, y la industria creativa.
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La compañía contratará candidatos con conocimientos en finanzas y contabilidad, experiencia en la ejecución de procesos relacionados a ambas áreas, así como experiencia de trabajo con equipos multidisciplinarios de distintos países.
“Pero necesitamos fortalecer el ecosistema emprendedor, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Economía, la banca, (debemos) revisar las políticas públicas y además aprovechar la digitalización y el emprendimiento, que son ingredientes clave para la industria creativa”, señala la ejecutiva del BID.
Concluyó que es importante que las políticas públicas impulsen las industrias creativas, ya que en países como Colombia la economía naranja incluso es un eje de su plan de gobierno.