Aunque el nivel de agua en el embalse solo es aproximadamente un metro menos, la generación de energía en la central hidroeléctrica 15 de Septiembre, ubicada entre San Vicente y Usulután, fue 70 % más baja en julio 2018 que en el mismo mes del año pasado.
Los datos de la Dirección de Planificación y Seguimiento del Consejo Nacional de Energía (CNE) indican que hasta el 24 de julio, el embalse de la 15 de Septiembre estuvo en los 46.94 metros sobre el nivel del mar (msnm) y generó 17,018 megavatios hora (Mwh). El año pasado, a la misma fecha, el agua estaba prácticamente al mismo nivel pero la generación fue de 62,866 Mwh.
Incluso, solo entre la cantidad de energía generada en junio y la de julio de este año, los datos indican una reducción de 78 %.
Pero esta central, la de mayor capacidad y una de las que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) ha construido para aprovechar las aguas de la cuenca del río Lempa, no es la única que ha reportado bajas en la generación de energía a partir del recurso hídrico.
La 5 de Noviembre, en el sitio denominado “La Chorrera del Guayabo”, entre Cabañas y Chalatenango, reportó la generación de 23,357 Mwh en julio 2018; un 63 % menos que los 63,247 Mwh de junio y un 57 % menos también que los 55,576 Mwh del séptimo mes de 2017.
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La central, de cinco turbinas y con capacidad de embalsar 320 millones de metros cúbicos de agua, reportó 179.08 msnm al 24 de julio; unos 2 msnm y 1 msnm más que la misma fecha de 2017 y 2016, respectivamente.
En el caso de la Central Cerrón Grande, cuya primera unidad entró en operaciones en febrero de 1976, y está ubicada entre los municipios de Potonico (Chalatenango) y Jutiapa (Cabañas), el total de energía generada en julio de 2018 fue la mitad de la del año pasado.
El agua en el embalse reportó una baja interanual de 2 metros, de un promedio de 236 msnm en julio 2017 a 234 msnm en julio 2018. Los datos también muestran que hasta el 24 de julio 2017 generó 44,137 Mwh; y en junio 2018 reportó 43,528 Mwh; pero julio de este año, 20,254 Mwh, la cantidad más baja de los últimos doce meses y menos incluso que la energía generada durante la época de verano.
Finalmente, en la presa de Guajoyo, en el municipio de Metapán (Santa Ana), la central que utiliza el agua almacenada en el lago de Güija, el embalse tenía un nivel de 424 msnm, uno menos que al 24 del séptimo mes del año pasado. La generación también fue un 10 % menor.
Programa de la UT
Juan Ceavega, vocero del consejo directivo de la Unidad de Transacciones, la administradora del mercado mayorista de energía eléctrica en El Salvador, explicó la semana pasada que si bien “los embalses no están vacíos, no se han venido llenando como tenían que haberse llenado hace un par de semanas o mes y medio”.
Según el representante de la institución, el menor nivel de agua en los embalses es producto no tanto por la sequía, sino por las bajas lluvias. “Es que no ha llovido donde tiene que llover”, precisó Ceavega.
El ejecutivo indicó que menos cantidad de agua en los embalses no necesariamente implica un próximo aumento en el precio de la energía.
Ceavega explicó que la UT tiene un programa de descarga que permite evitar “quedarnos en una situación en verano, que no llueve, y que tengamos que racionar bastante el uso de la hidroeléctrica por falta de agua”.
“Ese es el punto. No es de que se ha parado porque hay emergencia sino que se maneja gradualmente los embalses para que estemos tranquilos de que vamos a tener agua, la suficiente, para generar en verano”, puntualizó Ceavega.
En su último informe sobre el cambio del pliego tarifario, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) destacó que, según los datos del CNE, a julio de este año “la generación de energía hídrica representa solo un 27.5 % del total de la generación mientras que hace un año era de 44.2 %. De igual forma, la generación de energía con búnker representa el 38.2 % cuando en julio de 2017 era de 19.3 %”.
En ese momento la Siget atribuyó el alza de más de 3 % en el precio promedio de la energía principalmente al aumento del precio del combustible (búnker) para generar energía.
En ese sentido, Ceavega insistió en la necesidad de mejorar las líneas de transmisión porque son las que permiten importar energía y ayudar, en cierta medida, a mantener precios bajos pese al aumento internacional del costo del combustible búnker.