Estados Unidos prefiere ropa cara, que sin impuestos

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Los importadores y grandes compradores de ropa prefieren la celeridad para llenar los almacenes y suplir temporadas, que esperar a que llegue la ropa libre de arancel.

/ Foto Por shutterstock.com

Por Guadalupe Trigueros Fabeiro

2016-06-27 10:00:00

Los consumidores estadounidenses han comenzado a comprar ropa importada más cara que la que tiene menor precio y proviene de los países con los que se tiene acuerdos de libre de aranceles. El Departamento de Comercio de la Industria Textil y Confección de Estados Unidos (OTEXA) ha reportado que el año pasado, el valor de las importaciones de prendas de vestir de esta modalidad cayeron en 15.4 %, frente al 16.2 % que se registraron en 2014.

Incluso, la caída que en 2015 tuvo la importación de ropa confeccionada con cero arancel, o con preferencias arancelarias, ha sido la más baja registrada desde 2006, que fue de 15.7 %, detalla el informe.

El valor de tales importaciones bajó 1.7 %, al caer de $13,800 millones a $13,560 millones. Este comportamiento ha llamado la atención del profesor Lu Sheng, del Departamento de Estudios de Moda y de Ropa de la Universidad de Delaware, quien ha explorado los posibles factores que han incidido en que Estados Unidos importe prendas de vestir más caras que las que tiene con los tratados de libre comercio.

Estados Unidos tiene vigentes acuerdos de libre comercio con más de 20 países del mundo, entre ellos, México y Canadá (NAFTA) y el de Centroamérica con República Dominicana (CAFTA-DR), que atañen a esta región.

También los tiene con Singapur, Colombia, Perú, Chile, y otros, excepto con China y Vietnam, pero son precisamente estos dos países los que se han convertido en el principal proveedor de ropa del mayor consumidor del mundo.

El análisis del Dr. Lu Sheng, publicado en el sitio especializado de confecciones, “just-style.com”, indica que las importaciones de países con los cuales no se tiene libre comercio han crecido más rápido que las que provienen de naciones con acuerdos comerciales.

Entre 2014 y 2015, cita el experto, las importaciones de países sin libre comercio, incluyendo China y Vietnam, crecieron de 2.80 % a 4.90 %. Si se excluye China y Vietnam de estas regiones, el crecimiento siempre es positivo, pasa de 2 % a 3.10 %, mientras, de las naciones con las cuales sí hay preferencias comerciales, se registra un decrecimiento negativo, al pasar de 1.60 % a -0.90 %, en general, en el mismo plazo.

La Asociación Americana de Ropa y Calzado (AAFA) estima que el promedio de los aranceles pagados en la importación de ropa fuera de tratados de libre comercio ha crecido 13.54 % en 2014, cifra que supera a la de 2011, que era de 11.97 %.

“Como consecuencia de este comportamiento –cita el experto– las empresas y los consumidores están pagando más por la ropa que compran”.

Factores que inciden

Para Lu Sheng, hay tres factores a considerar, el primero de ellos, que las compañías amplían su abanico de proveedores de ropa, especialmente de los países con los cuales no hay libre comercio.

El 53 % de los distribuidores minoristas de marcas de ropa informaron para el estudio de la Universidad de Delaware que para 2015 importaron ropa proveniente de 10 países que no están incluidos en acuerdos comerciales. En 2014, solo el 41 % importó de esa forma.

La razón de ello está en buscar equilibrio de costos, disminuir riesgos en los tiempos de entrega y ser más veloces y competitivos en los abastecimientos de los almacenes y puntos de venta.

El segundo factor que incide en inclinarse por importar ropa de otros países fuera de libre comercio está en el vencimiento de los niveles de preferencias arancelarias, conocidos como los “TPL”, los cuales permiten a los socios de Estados Unidos confeccionar ropa con telas que no son estadounidenses, sino de otros países, entre ellos, China o Vietnam.

Nicaragua fue uno de los afectados con los vencimientos de los TPL. La mitad de sus exportaciones al mercado estadounidense estaban bajo los TPL y desde que la modalidad venció en 2014, el valor de las importaciones de la ropa confeccionada en Nicaragua cayó 28.3 %, el año pasado, agrega el informe. Lo mismo le ha ocurrido a Marruecos en lo que va del presente año, sus envíos a Estados Unidos han caído 9.7 %.

En peor estado se encuentra Bahrein, país que centra el 97 % de sus exportaciones de ropa a Estados Unidos bajo los TPL, los cuales vencen el mes que viene.

De esta manera, comenta Lu Sheng, las empresas importadoras de ropa en Estados Unidos han perdido el interés en países donde ya no se cuenta con los TPL.

Esta razón a su vez influye en el tercer factor que el experto señala como causante: la disminución de la tasa de uso de un tratado de libre comercio.

A partir de 2010, compara, la tasa de uso del NAFTA y del CAFTA -DR ha bajado 2.3 y 9.5 puntos porcentuales, respectivamente. “Esta tendencia a la baja merece especial atención, porque NAFTA y CAFTA-DR representaron el 76.3 % del total de las importaciones de Estados Unidos, bajo libre comercio, en 2015”, sentenció Lu Sheng.

Entre 2014 y 2015, la tasa de uso del CAFTA-DR bajó de 78.3 % a 75.8 %, en valor; la del NAFTA cayó de 91.2 % a 90.7 % y, la de Colombia pasó de 93.3 % a 92 %. (Ver gráfico)

El CAFTA-DR representa el 47 % de las importaciones de ropa de los Estados Unidos, mientras el NAFTA, 29 %, en valor, según datos de la OTEXA.

Lu Sheng sentencia en su estudio que mientras los acuerdos comerciales sean muy engorrosos de operar, los importadores estadounidenses se van a inclinar a comprar ropa de los países que no tienen tratados de libre comercio, debido a que es más fácil y es preferible tranzar con estos, que gastar tiempo con los que ofrecen exención de aranceles. Una vez más, este negocio es cuestión de “costo – oportunidad”.

Efectos en la región

De manera general, las exportaciones de Centroamérica hacia Estados Unidos registraron un descenso de 4.6 % en 2015, pero aún este mercado es el principal socio de la región y abarca el 49.1 % de las ventas externas totales.

Durante 2014, las exportaciones extra
regionales registraron una variación de -0.4 %, con una modesta recuperación respecto a 2013, cuando decrecieron 2.8 % anual. Para 2014, Estados Unidos abarcó 45.8 % de las ventas externas de la región, según la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA).

En lo que a El Salvador respecta, el país se mantiene desde los últimos tres años como el onceavo proveedor de ropa de los Estados Unidos, con un valor CIF importado que el año pasado alcanzó los $1,928 millones, cifra que ha ido en aumento debido al contenido de valor agregado de las prendas confeccionadas para segmentos especializados, informó Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara Salvadoreña de la Industria Textil y de la Confección, CAMTEX.

 La participación de El Salvador en el mercado de ropa estadounidense es de 1.8 %. (Ver gráfica) En cambio, China y Vietnam son los dos principales proveedores, con una participación de mercado de 38.1 % y 7.1 %, respectivamente, aunque no sean parte de un acuerdo de libre comercio. Esta tendencia será mayor, dijo Figueroa, debido a que estos países subsidian a sus proveedores y sus productos son más baratos.

“China y Vietnam le apuestan en grande a reducir sus tiempos de entrega y sus costos de producción de escala. Este es el reto que El Salvador debe asumir, reducir sus tiempos y ser competitivo, con nuevas estrategias, porque el mundo de los consumidores ha cambiado”, comparó.

Los actuales clientes de El Salvador en Estados Unidos, dijo, han reiterado su interés en seguir la relación comercial, pero también han expresado la necesidad de buscar mejores alternativas para usar el CAFTA.

Nicaragua, que se considera el país más afectado del CAFTA -DR con el vencimiento de las preferencias arancelarias bajo la modalidad TPL, perdió un lugar dentro del ranking de los principales proveedores de ropa de Estados Unidos, bajó de la posición 15 que tenía desde 2011, a la 14, el año pasado, con una porción de mercado de 1.3 %.

Los TPL permitían a Nicaragua exportar a Estados Unidos prendas de vestir elaboradas con hilados y tejidos originarios de países fuera del CAFTA, por un volumen máximo de 100 millones de metros cuadrados.

Hasta la fecha, la industria nicaragüense ha perdido más de 2 mil empleos y las exportaciones del sector registran una caída del 4.8 %, según reportes de la prensa local. Las exportaciones de confección pasaron de $392.1 millones a $361.8 millones, a mediados de 2015, según el Banco Central de Nicaragua, BCN.

La Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección, Anitec, informó que los confeccionistas pagan entre el 20 y 30 % del valor de la prenda en impuestos para entrar a Estados Unidos o buscan compradores que no necesiten productores con TPL.

Mientras, El Salvador aprovecha esta oportunidad y vende textiles a los confeccionistas de Nicaragua que aún hacen uso del CAFTA. El año pasado, la exportación textil del país creció 14 %. Mauricio Rodríguez, estratega de CAMTEX, ve oportunidad en transformar al país en un abastecedor textil regional. “La clave es vender prendas especializadas y satisfacer a los selectos grupos de “shoppers” de Estados Unidos que buscan mejores productos y entregas oportunas”, concluyó Figueroa.