La incertidumbre por la pandemia de la COVID-19 en el mercado laboral no termina y con más dificultades para las mujeres, ya que este año 13 millones de mujeres que perdieron sus puestos de trabajo en 2020 seguirán desempleadas, asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en reciente informe.
En el documento “Avanzar en la reconstrucción con más equidad: Los derechos de las mujeres al trabajo y en el trabajo, en el centro de la recuperación de la COVID-19” se explica que “se prevé que en 2021 haya 13 millones menos de mujeres empleadas que en 2019 y que el número de hombres con empleo sea aproximadamente el mismo que en 2019”.
La proyección de empleos este año para las mujeres es de 1,270 millones y para los hombres es de 2,019 millones.
La OIT agrega que el 43.2 % de las mujeres en todo el mundo que tienen edad para trabajar estarán empleadas en 2021, frente al 68.6% de los hombres en la misma situación. En otras palabras, este año las mujeres todavía tendrán 25.4 puntos porcentuales menos de probabilidad de tener un empleo que los hombres.
En las Américas, el empleo de las mujeres descendió un 9.4 % como consecuencia de la pandemia, lo que supuso el mayor descenso de todas las regiones, señala la OIT.
“La región de las Américas fue la que experimentó la mayor reducción del empleo de las mujeres como resultado de la pandemia. Entre 2019 y 2020, el empleo de las mujeres disminuyó un 9.4 por ciento, frente al descenso del 7.0 por ciento en el caso de los hombres”, detalla el informe.
Según el documento, la caída del empleo de las mujeres “perturbó el progreso observado en los últimos 15 años, que fue debido a la mejora de las oportunidades educativas para las mujeres, al aumento de disponibilidad de empleos formales en el sector de los servicios, a la migración de zonas rurales a urbanas y al des”.
Trabajadoras domésticas afectadas
Dentro de los rubros del mercado laboral más afectado no solo por la pandemia, sino por las precarias condiciones que siempre han existió es el de las trabajadoras domésticas, indica la Organización Internacional del Trabajo.
“Las trabajadoras domésticas, muchas de las cuales laboran en la economía informal, están expuestas a importantes carencias de trabajo decente en lo que respecta a jornada laboral, salarios, seguridad social y seguridad y salud en el trabajo, incluida la violencia y el acoso”, señala el informe.
El documento informa que a nivel mundial ganan el 56.4 % del salario medio mensual de otros trabajadores.
Las empleadas domésticas que trabajan internas y las que son migrantes están particularmente expuestas a deplorables condiciones de trabajo, pues durante la pandemia muchas han perdido sus trabajos o han visto drásticamente reducidas sus horas laborales, con la correspondiente merma en sus salarios, apunta la entidad.
También destaca que ha quedado claro que, aunque en muchos empleos de altos salarios se podría pasar al teletrabajo a tiempo completo, no ha sido éste el caso de muchas mujeres que tienen salarios bajos y cuyos empleos, por ejemplo en el comercio minorista, las ventas y la hostelería, requieren una interacción física con clientes, consumidores o pacientes.
Mujeres con trabajos de menor calidad
La pandemia también ha vuelto a arrojar luz sobre el poco espacio del que disponen las mujeres en la toma de decisiones. A nivel mundial, las mujeres que participaron en los equipos de trabajo de la COVID-19 apenas fueron el 24 %, señala la OIT.
La organización calcula que, durante la crisis sanitaria, el número de trabajadores que pudieron laborar desde casa fue de 557 millones, lo que equivale sólo al 17.4 por ciento del empleo mundial; sin embargo, menciona que muchas mujeres no pudieron mantener su empleo ya que era presencial y si lo hicieron fue a costa de exceso de trabajo sin remuneración.