Para la gran mayoría, el trabajo de mecánica está dirigido solo para los hombres, por el esfuerzo físico que requiere. Sin embargo, hoy en día es claro notar que la mecánica también es cosa de niñas.
Las hermanas Katya Aída Sandoval Fuentes, de 15 años, y Cecia Saraí Sandoval Fuentes, de 12, residentes de Soyapango, son un claro ejemplo de esta realidad, ellas han dedicado gran parte de su niñez a desarrollar sus destrezas en el mundo de la mecánica en un taller ubicado sobre la 12 Avenida Norte, en San Salvador.
Las hermanas Sandoval: Entre cuadernos y tuercas
Para la gran mayoría, el trabajo de mecánica está dirigido solo para los hombres, por el esfuerzo físico que requiere. Sin embargo, hoy en día es claro notar que la mecánica también es cosa de niñas.
Ellas comentan que ha sido su padre Rigoberto Fuentes, de 58 años, quien les ha enseñado muchas de las cosas que se realizan en este trabajo, como por ejemplo: lijar, empastar, pintar, enderezar, soldar, entre otras actividades.
“Me acuerdo que, desde muy chiquita, mi papá me ponía a quitar tornillos. Desde entonces me ha gustado la mecánica y todos los días le ayudo”, indicó Cecia, la menor de las hermanas. Por el momento, las hermanas Sandoval dividen su día a día entre el estudio y el trabajo en el taller de su padre, sin embargo, manifiestan que en un futuro quisieran cursar la carrera de mecánica automotriz, para poder tener su propio taller.
“Mi papá me ha enseñado a no desperdiciar el tiempo y hacer cosas que me ayuden a alejarme de los malos caminos”, mencionó Katya.
La familia Sandoval pasa de lunes a sábado de 7:30 de la mañana hasta las 7:00 de la noche en el taller, dependiendo de cuántos clientes les lleguen. Pero los domingos lo dedican a descansar y a salir ocasionalmente hacía algún lugar del centro, generalmente en busca de comida.
“Yo le enseñe a mis niñas a trabajar desde pequeñas porque considero importante, mantener su mente ocupada y para que sepan ganarse el pan de cada día”, manifestó Rigoberto Fuentes, quien vela por las niñas luego de separarse de su esposa hace cinco años.
Comparten la mecánica con sus estudios
Las hermanitas Sandoval estudian por la tarde en el Centro Escolar Salvador Mugdan, mientras que en la mañana ayudan a su padre.
Al taller llevan sus uniformes y útiles escolares, ya que en los ratos libres se dedican en una mesita a estudiar o hacer sus tareas.
Cecia, la menor, cursa el quinto grado, mientras que Katya séptimo, ambas llevan buenas notas.
“Desde siempre he velado para que a ellas no les falte nada. Con las ganancias pagamos escuela y el sustento”, Rigoberto Fuentes, padre las niñas.