La empresa AstraZeneca, con la que el Gobierno de El Salvador tiene un acuerdo para la entrega de dos millones de dosis, aún debe hacer estudios adicionales para comprobar el funcionamiento y eficacia de su vacuna contra el COVID-19, por lo que parece “imposible que vayamos a tenerla en El Salvador en el primer trimestre del año”, explicó este miércoles el infectólogo Iván Solano Leiva, en entrevista con Canal 33.
Aplicar la AstraZeneca en el primer trimestre de 2021 fue un anuncio hecho por el presidente de la República, Nayib Bukele, en noviembre pasado, aunque el mandatario explicó que dicho acuerdo estaba sujeto a que la compañía completara las pruebas clínicas en miles de pacientes.
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El especialista Solano Leiva confirmó que, al ser miembro del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (CAPI) que trabaja junto al Ministerio de Salud, tiene conocimiento de que el miércoles pasado se le dio el visto bueno técnico al Gobierno salvadoreño para que pueda aplicar la vacuna Pfizer BionTech en el país, tal como lo había adelantado a El Diario de Hoy el doctor Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico.
La situación de retraso que atraviesa AstraZeneca llevó al Gobierno a hacer negociaciones con BionTech Pfizer, afirmó Solano Leiva, y agregó que “esa sí es más probable que la podamos tener en el primer trimestre de 2021”, tal como lo esperaba el Ejecutivo pero con la medicación británico-sueca con la que ya había negociado.
De momento, el Gobierno no ha hecho públicos los montos que implica la compra de ninguna de estas vacunas, y solamente ha anunciado que su aplicación en el país no tendrá un costo extra para la población, y además cada quien podrá decidir si acepta o no la inyección.
La vacuna de Pfizer-BioNTech ya está siendo distribuida y aplicada en países europeos, y uno de los principales restos para transportarla y almacenarla es que debe mantenerse a temperatura de -70 grados centígrados, por lo que es necesario una “cadena de frío” para que no se dañe.
Todo esto ya está contemplado en las pláticas entre la compañía y el Gobierno, indicó Solano Leiva. “Pfizer se va a encargar de dar toda la logística, el transporte y la vigilancia de la cadena de frío, que con esta vacuna es bastante difícil, hasta el almacenamiento en nuestro país”, explicó.
El infectólogo hizo énfasis en que la vacuna, al igual que está ocurriendo en otros países, no estaría disponible para toda la población desde un inicio, sino que le dará prioridad al personal de Salud de primera línea, a los adultos mayores y a las personas que tienen enfermedades crónicas, más vulnerables al contagio”.
El Gobierno proyecta comprar dos millones de dosis de la vacuna Pfizer, y dentro de esa logística se cubriría a 750 mil personas que caen dentro de este grupo de priorización”, agregó Solano Leiva.
El doctor Alfonso Rosales, también médico infectólogo y consultor internacional, agregó en la misma entrevista que la ciudadanía puede tener confianza en esta vacuna, pues los estudios arrojan que es bastante segura.
“Todas las vacunas generan efectos secundarios, pero de momento, tanto la Pfizer como la Moderna se están comportando como se esperaba, no hay que tener miedo de ocuparlas, son igualmente seguras”, dijo, y agregó que los estudios indican que solo se dan casos de efectos serios en proporción de “uno en un millón”.