Rabia. Esa es la palabra que el doctor Ricardo Lara utiliza para expresar lo que siente cuando ve algunas de las improvisaciones del Gobierno durante la pandemia. El también candidato a diputado de ARENA conversó con El Diario de Hoy sobre su apuesta electoral y su visión del sistema sanitario el último año.
¿Por qué busca llegar a la Asamblea Legislativa?
Sin pandemia, Ricardo Lara no fuera candidato, así de entrada se lo digo. Yo estaba muy confortable en mi vida laboral los últimos años. Pero cuando inicia la pandemia y el manejo activo en nuestro país, tengo que reconocer que las primeras medidas desde el punto de vista epidemiológico me parecieron acertadas. Pero a medida que los días fueron caminando y empezamos a observar y empecé a observar particularmente que las medidas eran improvisadas.
En casi un año de pandemia, ¿considera que se escuchó al gremio médico en las diferentes medidas?
Definitivamente no. Uno de los grandes errores fue politizar el manejo de la pandemia. Cuando surge la pandemia, tomaron medidas extremas en forma improvisada. Y ahora tenemos aquí los resultados.
¿Incluyendo la cuarentena estricta?
Sí. De qué nos sirvió la cuarentena más larga del mundo si hoy tenemos el contagio comunitario más incontrolado, quizás de todo el mundo. El beneficio que pudiésemos haber esperado de esa cuarentena tan grosera que se nos metió a sería disfrutar un contagio controlado y no lo está.
Si no fue el parámetro médico el que el que prevaleció, ¿cuál fue, a su juicio, el parámetro que prevaleció?
El parámetro político. El parámetro del populismo. El parámetro de preparar a que la población se sintiese agradecida con el Ejecutivo, dándole bolsas solidarias, haciéndole sentir que les interesa su seguridad. Les tuvieron encerrados equis cantidad de meses, pero de qué sirvió todos esos meses si al final del día la población hoy, en este momento, a no ser por qué anda mascarilla, no siente que está en pandemia.
¿Qué hay del gremio médico?
Todos le hicimos frente, todo el sector salud le hizo frente. Estuvimos al frente de esa pandemia con todas las limitantes del mundo.
No se nos dio capacitaciones adecuadas de cómo íbamos a utilizar los equipos de bioseguridad y yo te puedo asegurar que si hoy vamos a cinco hospitales y pedimos al personal que se quite un equipo de protección de máxima seguridad, cada quien se lo quita de distinta manera y esos son unos de los puntos de máximo contagio.
¿Se puede cuantificar o tratar de calificar el impacto en vidas de esta falta de preparación del gobierno?
Pasarán cien años y no vamos a recuperar esos ginecólogos que murieron, patólogos, anestesiólogos, acaba de fallecer un radiólogo. Pasarán cien años y ese capital de conocimiento no lo vamos a recuperar en este país. El sector salud perdió grandes maestros.
A mí me da rabia cuando hablan del indicador de 50,000 recuperados. Es que ese es un indicador perverso. Son 50,000 fracasos en la prevención en este momento. El éxito tiene que ser el menor número de contagios.
¿Y con esos fracasos entramos a la etapa de vacunación?
Si se hubiese realizado una verdadera política de toma de muestras, en este momento pudieron tener una priorización selectiva para la vacunación al personal de salud, viendo quiénes son los de más alto riesgo, los que fueron covid positivos, asintomáticos, leves, moderados o a quiénes se les ha hecho 10 pruebas y han dado negativo y el nivel de contacto que tiene cada uno con los pacientes.
Y en ese sentido, decir que los de primera línea solo somos los médicos sería un acto de egoísmo, porque los trabajadores de salud somos un equipo multidisciplinario. Si uno no funciona, y la pandemia nos lo demostró, no funcionamos.
¿Usted como médico conoce los criterios de importación, distribución y aplicación de la vacuna?
Como médico, en este momento yo no conozco el inserto de la vacuna, así que sobre eso no puedo emitir opinión. Yo lo que puedo ver y lo que puedo decir y lo que puedo opinar es que volvieron a la improvisación. Segundo, utilizaron la vacuna como un instrumento político. Tercero, no tienen una estratificación de la población priorizada a vacunar. Al decir que van a vacunar a todo el personal de salud, tenían que existir los criterios de los que estamos dentro de esa primera línea.
El Gobierno habla de tener cabinas en diferentes puntos del país. ¿Le parece que esa es la mejor forma de suministrar o de aplicar la vacuna?
Yo fui de los primeros en decir que las cabinas eran un gasto innecesario. Y qué vimos: lanchas, helicópteros y camiones para transportar la vacuna. Por consiguiente, las cabinas quedó demostrado que no eran necesarias. Fue un gasto injustificable.
Piense cómo en salud se pudiesen utilizar $5 millones y el número de pacientes que se pueden ver beneficiados con eso en temas tan sensibles como los pacientes con insuficiencia renal que han perdido sus diálisis y sus hemodiálisis o pacientes con tratamiento de cáncer, que han perdido sus quimioterapias.
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Tomando el ejemplo de otros países avanzados en la vacunación, ¿cuál es la mejor forma de aplicarla? ¿Es en estadios o lugares grandes?
Bueno, realmente yo soy de la opinión que lo primero que se tiene que garantizar es la cadena de frío.
Yo creo que lo que se necesita es adecuar los establecimientos de salud donde se va a realizar la vacunación exclusiva de covid, pues no se va a suspender el programa normal de Inmunizaciones. Ya vimos en otros países que han ocupado estadios, parques, gimnasios y espacios públicos. Pues aquí en El Salvador creo que perfectamente se pudiera haber realizado lo mismo, especialmente porque estamos en una época sin el riesgo de una lluvia.
¿Cuál es el riesgo de llegar al momento de la vacunación sin un plan?
No lograr tener a la población inmunizada a más corto plazo. Si hubiera una planificación bien estructurada, bien realizada a menor tiempo, pudiésemos tener un mayor alcance de haber logrado la cobertura útil de vacunación a nivel de país.
¿Qué podemos esperar de Ricardo Lara en la Asamblea Legislativa para corregir lo que hemos discutido?
Me quiero convertir en un verdadero referente del sector salud. Poder ser una voz dentro de la Asamblea Legislativa no solamente para señalar, sino para proponer.
¿Usted atribuye los fracasos en la pandemia a ineptitud o a malicia?
Tengo que razonar un poco la pregunta, porque realmente puede ser una combinación. Hay claros ejemplos de ineptitud. Hemos tenido tres directores generales del Seguro Social, y dos ministros de Salud. En lo mejor de la pandemia ponen al actual ministro, el cual cada vez nos imaginamos que está más afuera que adentro del despacho y él se ha rodeado de personas que definitivamente tienen una alta dosis de ineptitud.
Ahora bien, la malicia la podemos ver en los planes a largo plazo que tiene el actual gobierno de querer perpetuarse en el poder y utilizar la pandemia como el camino perfecto para lograr ese cometido. En tal sentido, definitivamente tiene que haber una combinación de ineptitud y de malicia.