Los militares salvadoreños que están en Malí como parte de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) están preocupados, afirmaron algunos de ellos, debido a la amenaza de contagio del coronavirus y a los pocos implementos de prevención que les han entregado.
La preocupación no es sin fundamento. La cuenta oficial en Twitter de la MINUSMA informó esta mañana que desde que comenzó la pandemia, 56 cascos azules se han contagiado con el virus aunque de esa cantidad, 36 ya se han recuperado, quedando 18 casos activos hasta hoy. Todos los casos positivos están aislados y recibiendo el respectivo tratamiento, indica el informe.
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Diversas fuentes militares destacadas en el llamado Super Camp, en la región de Timbuktu, al norte de Malí, afirmaron que les han notificado que allí hay por lo menos cuatro casos positivos. En ese campamento están las unidades de helicópteros de ataque, denominadas Torogoz, y la unidad de aeródromo, llamada Asu II.
#Mali Depuis le début de la crise, la MINUSMA comptabilise 56 cas positifs et 38 guérisons, soit au 20 mai, 18 cas positifs qui sont tous isolés et soignés. Courage à tous les patients et au personnel médical #SolidariteCOVID19 @UNPeacekeeping pic.twitter.com/R4EcX4f1jc
— MINUSMA (@UN_MINUSMA) May 20, 2020
El Super Camp alberga a varios cientos de cascos azules de todos los países que forman parte de la MINUSMA, explicaron los informantes. El contingente salvadoreño está en Malí desde el 12 de agosto anterior, donde permanecerán, supuestamente, hasta agosto próximo.
“El campamento donde estamos todos es muy grande y hay cuatro casos positivos. Estamos en cuarentena y los que pueden hacen vídeo trabajo; los demás, debido a la naturaleza de su trabajo, tienen que hacerlo presencial”, indicó uno de los 154 militares salvadoreños que están en el Super Camp.
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De acuerdo con las fuentes, desde que inició la pandemia de COVID-19, el mando salvadoreño sólo les ha proporcionado dos mascarillas. “Desde que inició todo, sólo hemos recibido dos mascarillas. Nos dijeron que las cuidemos porque no hay más”, detalló una fuente.
Otros militares señalaron que no les proporcionan alcohol en gel para desinfectarse cada vez que regresan de alguna misión. “Seguimos protocolos de seguridad según nuestras capacidades. Si salimos del campamento, cuando regresamos nos quitamos la ropa, nos bañamos y nos cambiamos. La ropa que usamos la ponemos en detergente y la lavamos”, explicó un casco azul salvadoreño.
Se ha pedido al Ministerio de la Defensa una reacción a raíz de esta denuncia, pero hasta el momento no han respondido a la solicitud.
Desde 2015, la Fuerza Armada de El Salvador es parte de la misión de la ONU en Malí.