Sin leche ni pañales: “se ha pedido ayuda pero no han contestado”, dicen madres de recién nacidos en albergues del Bajo Lempa

Carla Mejía todavía recuerda el huracán Mitch de 1998. Sus abuelos no quisieron desalojar la casa donde vivían y cuando el agua entró a su hogar ya no pudieron salir porque no había transporte. “Nos tuvimos que subir a un muro, allí se nos subían hasta las hormigas, pasaban culebras y no aguantábamos. Logramos pasarnos a un techo y hasta que llegó un señor en un bote a sacarnos”, recuerda. 

Ahora Carla tiene su propia familia, es madre soltera y se dedica a la agricultura. Ella vive con sus tres hijos y un nieto.  No se quisieron arriesgar en esta ocasión, están albergados junto a otros 29 vecinos en la escuela de la localidad. Su hija mayor de 15 años, Berenice Lemus, es la madre de una bebé de 40 días de nacida. 

“La casa de nosotros se nos llena, es bien vulnerable, por eso nos salimos”, explica Berenice. Ella y los otros vecinos de la comunidad fueron desalojados el martes por la madrugada y no tuvieron tiempo de llevarse nada con ellos. 

Las horas en este albergue son más difíciles para Berenice y otras tres mujeres que también tienen recién nacidos. “Se ha pedido ayuda, pero nadie ha contestado. Ellas no tienen leche para los niños, no tienen pañales”, explica Carla. 

No es la primera vez que Carla se ve forzada a refugiarse en albergues. Sin embargo, la actual situación de la pandemia también les ha afectado porque debe mantener las medidas de prevención como portar siempre la mascarilla y dividirse en varias aulas para respetar el distanciamiento social. Del grupo familiar, sólo Berenice y la bebe duermen en cama, Carla y sus otros tres hijos están durmiendo en colchonetas. En el albergue se encuentran 34 personas, pero sólo habían 21 camas. 

Marisela Girón es parte de la junta directiva del albergue y reconoce la situación precaria en la que se encuentran. “No hemos tenido mucha ayuda. Solo la alcaldía que trajo para comida ayer a mediodía y luego la Cel en la noche trajo otro un poquito. Pero solo ha sido alimentos, no tenemos kits para el higiene ni leche para los niños”, explica.

Si bien hasta la mañana del miércoles no había llovido en Las Mesas, las personas salieron de sus casas sin nada y se han quedado hasta sin cambios de ropa. Ellos piden que las instituciones de protección les provean de los elementos básicos para pasar este tiempo y evitar el contagio de enfermedades en el albergue.