Colombiano que estuvo en el Saldaña pide que le repitan la prueba del COVID-19

La renuencia de las autoridades para repetirle la prueba del COVID-19 angustia a Jhon. Pero su buen carácter y la llegada de un nuevo miembro a su familia le dan alegría y tranquilidad "en medio de la prueba" que enfrenta.

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Foto Cortesía

Por Lilian Martínez

2020-04-11 5:01:10

Desde el 30 de marzo, Jhon está confinado en un hospital y lejos de su esposa. Primero estuvo en el Saldaña, donde su voz se escucha en un video tomado por otro paciente, en el que se denunciaban las carencias que ahí había. El mismo video que un blog pretendió desmentir diciendo que había sido hecho en un “hospital Saldaña de Colombia”.

Horas después, Jhon grabó un video propio para elsalvador.com, en el que mostraba las condiciones del Saldaña y aclaraba que no se estaba quejando y que, incluso, el gobierno del presidente Bukele perecía “un buen gobierno”.

El 6 de abril, Jhon y otras personas cuyas pruebas resultaron positivas, fueron enviados al Hospital Neumológico del ISSS en Planes de Renderos. Ahí tampoco se queja de las condiciones del lugar. “La comida es buena”, dice. Jhon, lo único que insiste en pedir a los médicos es que le repitan la prueba del COVID-19. “Yo no estoy enfermo. Yo no tengo síntomas. Estoy sano”. Para confirmar sus palabras necesita que le repitan la prueba.

Desde inicio de esta semana, está esperando que se la hagan. Primero le dijeron que se la harían el martes. Luego que el jueves. Este sábado le dijeron que hasta el lunes o el martes. Se sintió desesperado. Incluso pensó en hacer huelga de hambre. Pero alguien le advirtió que sería contraproducente. Así que desistió.

El tiempo libre que tiene en la sala del hospital que comparte con otros 14 pacientes asintomáticos, pero con resultados de pruebas positivos, lo ocupa para caminar por los patios adyacentes a la sala. El personal de Salud ya le prohibió hacerlo. Pero como él y sus compañeros de sala pasan la mayoría del tiempo solos, nadie lo detiene.

Las enfermeras llegan solo a tomar la temperatura. El personal de servicio a repartir la comida. Uno que otro médico a decirles que tengan paciencia.

Jhon no solo camina. También conversa con su esposa por videollamada. Ayer, en medio de la incertidumbre y el deseo de salir del hospital, Jhon y Priscila tuvieron una alegría: Teddy. Un cachorro al que ya consideran como a un hijo. Un obsequio de un amigo que conocieron en el centro de contención de Jiquilisco. Quien desde la cuarentena que aún guarda en su casa lo envió a casa de Jhon por medio de un Uber.

¿Qué siente Jhon cuando mira a Teddy a través de videollamada? “Paz y tranquilidad. Y el deseo de volver con él y con mi esposa”.

El cachorro Teddy es un obsequio de un amigo que Jhon conoció en el centro de contención de Jiquilisco/ Foto cortesía