Taxista asesinado supuestamente por control territorial de pandilleros en Zaragoza

Le pidieron al taxista su dui, luego lo ejecutaron. La víctima era originaria de San José Guayabal. El alcalde Mauricio Vilanova lamentó el homicidio. Tres niños entre 2 y 10 años quedan huérfanos.

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El sueño de Geovani era tener un vehículo propio para trabajar, por lo que la familia colocó un carrito de juguete en su ataúd. Foto EDH/Jonatan Funes

Por Jorge Beltrán Luna Twitter: @Jbeltranluna_

2022-02-07 3:19:36

La persona asesinada el sábado en la noche en el municipio de Zaragoza no era delincuente sino un joven que andaba trabajando como taxista privado, afirmaron familiares y amigos de la víctima, que esta tarde fue sepultada.

Algunos periódicos digitales afirmaron que el muerto era un delincuente que trató de asaltar a una persona que se defendió. Pero la familia Geovani Adalberto Capacho Rivas, negaron categóricamente tales señalamientos, a la vez que los calificaron de irresponsables.

De acuerdo con parientes cercanos de Geovani, éste se ganaba la vida conduciendo un vehículo en el que hacía viajes como taxista. En este trabajo llevaba aproximadamente dos años. Antes había sido conductor de microbuses de la ruta 140, indicaron.

“El era una persona alegre y muy llevadera (amistosa) con todo mundo”, comentó su madre, horas antes del sepelio.

Por su parte, Mauricio Vilanova, alcalde del municipio de San José Guayabal, de donde era originario Geovani, expresó su pesar en su cuenta en Facebook.

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Geovani Adalberto Capacho será enterrado en el cementerio general de San José Guayabal, de donde era originario.
Foto EDH/Jonatan Funes

“El día de ayer una mala noticia el fallecimiento de Geovany Adalberto Capacho Rivera,  hoy una amarga y dolorosa realidad en especial para su familia y amigos.  También para los que tuvimos la oportunidad de conocerlo y para San José Guayabal“, escribió Vilanova, que a lo largo de ocho períodos como alcalde ha logrado mantener a ese municipio con altos niveles de seguridad.

En su publicación, el edil añadió: El trabajaba en (servicio de transporte) hizo un servicio a un municipio de La Libertad y, según la familia, por entrar a un territorio controlado por pandillas los atacaron, tristemente 2 hipótesis una que los pandilleros le intentaron robar y él se opuso;   la otra y más segura que él vivía en una zona de distinta pandilla. “ Las malditas Fronteras Invisibles  y el pecado de ser joven”, comentó el funcionario.

El homicidio fue cometido el sábado por la noche en la colonia San Antonio de Zaragoza, La Libertad.
Foto EDH/Jonatan Funes

“El último viaje”

La tarde del sábado, de acuerdo con familiares, Geovani se comunicó con su compañera de vida para decirle que haría el último viaje, pero no le dio más detalles hacia dónde era ese viaje.

Las mismas fuentes explican que Geovani salía todos los días a trabajar como taxista, aunque explicaron que no estaban seguras de que estuviera inscrito en alguna plataforma digital; el carro en el que trabajaba "taxiando" era rentado, indicaron.

Geovani solía permanecer en el sector del bulevar del Ejército, cercano a los centros comerciales de Soyapango.

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Los familiares no saben quién era ese cliente y cómo es que le salió el viaje hasta Zaragoza, municipio del departamento de La Libertad. Lo cierto es que ya entrada la noche les llamaron para darles la mala noticia.

El lugar donde lo mataron es la colonia San Antonio. De acuerdo con parientes, lo poco que han sabido del crimen es que al entrar a la colonia San Antonio, un grupo de pandilleros interceptó a la víctima, lo obligaron a bajarse del auto y a que se levantara la camisa para revisar si andaba tatuajes alusivos a grupos de pandillas.

El alcalde de San José Guayabal, Mauricio Vilanova, lamentó el homicidio del joven.
Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/

Geovani tenía tatuajes, pero no eran de pandillas. Tenía los nombres de dos de sus hijos, así como otro tatuaje artístico en la espalda.

Los pandilleros también le pidieron el documento único de identidad (dui). Luego lo ejecutaron. El cadáver presentaba ocho disparos.

En redes sociales se informó que en el ataque había resultado herida otra persona que, supuestamente, es a quien Geovani transportaba.

En el caso, hay muchos cabos sueltos, y la familia reclama justicia, aunque no acusan a nadie en particular, más bien apelan a la responsabilidad que la policía y fiscalía tienen de investigar el delito.

Los parientes admiten que es poco lo que saben del caso y que, por tanto, no pueden señalar a nadie del homicidio. “Si las autoridades investigan y castigan a los responsables estaría bien, pero nosotros no queremos más problemas. Nada va a devolverme a mi hijo”, dijo la madre de Geovani.

Por su parte, oficialmente las autoridades policiales y fiscales no han informado nada del crimen.

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