Ana Martínez se armó de valor, y tras más de una semana sin utilizarlo por las fuertes lluvias, nuevamente cruzó el deteriorado puente de hamaca que une a los cantones Apancoyito, en Cuisnahuat, y Paso de Canoa, en Santa Isabel Ishuatán, ambos municipios de Sonsonate.
Por su edad, ya no siente fuerzas en sus piernas para cruzar el río Apancoyo, como lo hacen sus vecinos, ya que tiene temor de que el puente colapse mientras usa la dañada estructura de madera.
Esa estructura se encuentra a seis metros de altura y tiene una longitud de 50 metros, que son los más preocupantes que recorren las personas por temor de caerse sobre el afluente y los arrastre una repunta.
“A mi edad, 61 años, no puedo pasar el río muy crecido, tengo que hacer equilibrio para caminar. El puente está todo pando y las tablas flojas”, expresó la fémina.
La comunidad se ha organizado para que solo una persona camine a la vez sobre el puente, con la finalidad de minimizar riesgos.
Fue construido hace seis años después de que otra estructura similar fuese destruida por fuertes lluvias.
La alcaldesa de Santa Isabel Ishuatán, Flor Najarro, dijo que el año pasado llegó la ministra de Desarrollo Local, María Ofelia Navarrete, conocida como María Chichilco, quien ofreció un puente vehicular nuevo; pero hasta la fecha no ha habido una respuesta en concreto.
Son cerca de 300 familias las que residen en el cantón Apancoyito, quienes para salir a la ciudad deben de cruzar el puente, principalmente durante el invierno.
Durante las lluvias de la semana pasada, ninguna persona tuvo valor de cruzarlo por el peligro que representa.
Los vecinos de ambos municipios se han unido en la titánica jornada para intentar levantar por si mismos el puente dañado por las crecida del río Acelhuate luego de la tormenta Amanda.