Tres hombres fingieron desperfectos mecánicos en pick up, y cuando el hijo de un ganadero dispuso su ayuda lo secuestraron

Los tres delincuentes y la mujer, quien les sirvió de carnada, fueron condenados a penas de hasta 30 años en la cárcel. El secuestro fue cometido el 18 de mayo de 2018

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FOTO EDH / Ilustración.

Por Enrique Carranza

2021-05-29 10:04:59

Mario Ronald Aguirre Rodríguez, José Natividad Pineda Rubio y Eugenio Hernández Mata fueron condenados a penas de hasta 30 años en prisión por el secuestro del hijo de un ganadero originario de Chalatenango.

De acuerdo a la Fiscalía, se ordenó, además, el pago  de 20 mil dólares en concepto de responsabilidad civil.

En el mismo caso, fue condenada Rocío Emperatriz Amaya Guerrero por su participación activa en el secuestro, no se precisó la sentencia.

Foto Fiscalía

El secuestro y liberación de la víctima  

A las 4:45 de la madrugada del lunes 21 de mayo de 2018 en una polvorienta calle del municipio de Nueva Concepción, los hoy sentenciados montaron una trampa para plagiar al hijo de un agricultor cuando se dirigía a ordeñar vacas junto a dos familiares más.

A su paso, se percataron de un pick up que se encontraba a un costado de la vía con las puertas abiertas y el motor apagado con supuestos problemas mecánicos. En el lugar se encontraba Rocío Emperatriz Amaya Guerrero, quien pidió ayuda a la víctima y sus parientes.

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Cuando los hombres se bajaron del carro para auxiliar a la mujer, tres sujetos salieron de los matorrales con armas de fuego y sometieron a los trabajadores. Tras un forcejeo, secuestraron a la víctima.

Sin embargo, a uno de los secuestradores se le cayó el celular y quedó entre las piedras y el polvo de la calle. A la víctima la raptaron en un pick up, se lo llevaron con el rostro cubierto y atado de las manos.

Los familiares denunciaron el plagio y cuando los detectives de la División Élite contra el Crimen Organizado llegaron al lugar, encontraron el celular y posteriormente le realizaron un vaciado de llamadas.

En el registro, los investigadores detectaron que hubo un incremento de comunicación horas antes del hecho y en horas por la madrugada. Tras la identificación de números, se detectó que un celular le pertenecía a Rocío Emperatriz y tuvo comunicación con un sujeto de nombre Eugenio Hernández Mata. Ambos hablaron fluidamente desde el 15 al 22 de mayo.

Los investigadores también revisaron las cámaras de la Troncal del Norte y verificaron que la víctima fue movida en un camión pequeño cuando llegaron al municipio de Aguilares.

Según la secuencia fotográfica, los secuestradores pasaron en el centro de Tonacatepeque frente a la delegación de la Policía Nacional Civil y una agencia bancaria. Finalmente llegaron a a las 2:00 de la tarde de ese mismo día a la casa de cautiverio, ubicada en cantón El Algodón, caserío Quebrada Onda, en Santa Rosa de Lima, La Unión.

Rocío Emperatriz es originaria de Quelepa, San Miguel, tenía una panadería en la colonia El Pepeto, de Soyapango, donde supuestamente planificaron el plagio.

Las negociaciones iniciaron mediante llamadas telefónicas desde distintos números, los sujetos exigían a la familia de la víctima 100 mil dólares. “Reúnan los 100 mil dólares, si no a su hijo no lo van a hallar ni vivo ni muerto”, fue una de las tantas amenazas que los sujetos le hacían a la familia.

Luego de negociar se llegó al arreglo de pagar 16 mil dólares por el rescate, el cual se dio hasta el día 23 de mayo. Los agentes se dedicaron a seriar los billetes para hacer más efectiva la investigación.

La familia entregó el dinero en un tramo de la carretera que de Aguilares conduce hasta Suchitoto. El dinero fue metido en una bolsa verde y luego se introdujo en una llanta que la dejaron sobre la calle. Horas más tarde la víctima fue liberada.

Un mes más tarde, el 29 de agosto, las autoridades capturaron a los sospechosos, hoy sentenciados,  en los municipios de Ilopango y Tejutla en Chalatenango.