A 38 años de su asesinato, monseñor Óscar Arnulfo Romero ya es santo. Fue canonizado por el papa Francisco el domingo en Roma, en un acto al que asistieron miles de fieles salvadoreños cuyo sueño de verlo en los altares se hizo realidad poco más de tres años después de su beatificación.
Miles de peregrinos fueron testigos de la ceremonia en la que también participó el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas y el cardenal Gregorio Rosa Chávez.
El salvadoreño Óscar Arnulfo Romero fue declarado santo por la iglesia católica en una ceremonia de canonización realizada en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Con la participación de más de 70 cardenales, 500 obispos y más de 3,000 sacerdotes de todo el mundo, a las 10:15 de la mañana en Roma (2:15 a.m. en El Salvador), la Iglesia reconoció así la santidad ganada por este hombre de Dios a través de su vida, obras y sacrificio.
En San Salvador, específicamente en las afueras de la Catedral Metropolitana, miles de feligreses se regocijaron momentos después de que monseñor Romero fue declarado santo.
En la Plaza Barrios también la alegría fue evidente entre quienes se reunieron para ver la ceremonia de canonización de Romero. Por otro lado, en el Hospital Divina Providencia, San Salvador, se celebró al nuevo santo con mariachis y fuegos artificiales.
Celebración en el Hospital Divina Providencia tras el nombramiento de San Óscar Romero. Fotos: J. Parada pic.twitter.com/YtwKLt3t54
El papa Francisco alabó la atención a los pobres que tuvieron en su vida monseñor Romero y Pablo VI, en la homilía de la ceremonia en la que fueron declarados santos.
“Dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad para entregar su vida al evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado con Jesús y sus hermanos”, dijo el papa Francisco sobre San Romero.
“La Iglesia pide con fuerza a Su Santidad, que inscriba en el catálogo de los Santos a los beatos Pablo VI, Óscar Arnulfo Romero Galdámez, Francesco Spinelli, Vincenzo Romano, María Catalina Kasper, Nazaria Ignazia De Santa Teresa De Jesús y Nunzio Sulprizio”, fue la petición del Cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para la causa de los Santos.