El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Marn, vigila la “alta frecuencia” de sismos en volcán de San Miguel.
De acuerdo a información facilitada por esa institución en el boletín 2, emitido el 19 de febrero, la actividad indicaría procesos de fracturas de roca frágil, asociado con procesos de presurización, paso de fluidos y gases magmáticos.
Imágenes del coloso oriental mostraron sus punto más alto sin pluma de gases.
Además, el Marn informó que el número y tamaño del registro de señales de larga duración (conocidas como tremor volcánico) y, de sismos discretos, han sido menos frecuente.
La vibración sísmica del volcán medida en unidades RSAM, se mantiene muy por debajo del umbral base, fluctuando entre 25 y 75 unidades promedio hora, cuando lo normal es 150 unidades.
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Según el Marn, los cambios en la sismicidad que, a menudo presenta el volcán de San Miguel, están relacionados con la dinámica de fluidos provenientes de su sistema magmático, causando microsismos de alta frecuencia al fracturarse la roca, que a su vez genera nuevas grietas y permiten el paso de gases y fluidos.
Los valores bajos de la amplitud sísmica (RSAM) del volcán, indican que el sistema se encuentra parcialmente abierto. Sustentando que la actividad actual del volcán corresponde a procesos de ascenso de flujo de gases.
En caso de haber explosiones de gases y cenizas, estos serían desplazados según la dirección el viento, hacia el noroeste, oeste y suroeste del volcán.