Para Kevin García y su compañera de vida no hubo opción, pues la comitiva de protección civil de la comunidad no les informó que un albergue había sido habilitado. Ambos tienen una bebé de 14 meses y García asegura que si a él se le hubiera dado la opción de ir al albergue, hubiera aceptado, pues teme por la seguridad de su hija.
Otro de los factores que influye en la decisión del joven es que, debido a la lluvia, perdió la milpa que había sembrado, por lo cual no ha tenido ingresos fijos en estos días y en el albergue se le hubiera provisto de pañales y leche para su hija.
Cuando se le preguntó a Carla Mejía, coordinadora del albergue Casa Comunal Santa Marta, el por qué no se había tomado en cuenta a García y su familia, ella comentó que en la zona que ellos viven no representa ningún peligro, pues la vivienda de ellos esta sobre una estructura elevada que evita que el agua no llegue hasta la vivienda.
Sin embargo, si la pareja decidiera ir al albergue, Mejía asegura que no se les pudiera aceptar el ingreso, pues antes tendrían que comunicárselo al gobernador de San Vicente para que éste de el aval, pues por normas de bioseguridad, los albergados no pueden estar aglomerados.
Hay quienes deciden no evacuar
Aunque algunos si consideran necesario irse, son muchos los que no lo ven como opción. En total, 178 familias se rehusaron ser albergadas en el albergue Casa Comunal Santa Marta por resguardar sus viviendas.
Mario Chávez y sus tres hermanos se refugian en su vivienda de láminas, ubicada en la Comunidad Santa Marta del Bajo Lempa. Los cuatro decidieron quedarse cuidando su hogar por miedo a hurtos que se dan en épocas en que se requiere que la comunidad evacúe.
Habitantes afirman que esa es la zona más vulnerable del Bajo Lempa y que todos los años sufren inundaciones en sus viviendas. Chávez afirma que, debido a ello, lugareños de las comunidades aledañas toman ventaja de la situación y hurtan las viviendas inhabitadas.
“Aquí no hay peligro, no pasa nada, pero es mejor prevenir y por eso nos hemos quedado con mis hermanos, solo mi mamá se fue al albergue”, asegura el joven.
El caso de Francisco Santacruz, es similar. Tiene más de 20 años de vivir en la zona y él comenta que nunca a evacuado por temor de dejar su vivienda y que sus pertenencias sean robadas. Por el momento, solo 34 familias decidieron ir al albergue.
Sin un albergue establecido por más de 20 años
Juan Chevez, observador de Protección Civil comunal, de la comunidad Santa Marta, ha vivido muchas catástrofes naturales, desde el Huracán Mitch en 1998, hasta la Tormenta Tropical Amanda; sin embargo, él asegura que nunca se ha tenido un albergue adecuado para este tipo de emergencias, a pesar que la comunidad es una de las zonas más vulnerables del Bajo Lempa.
El hombre afirma que, por lo general, se habilita la casa comunal que está a unos metros de la comunidad, sin embargo él y los habitantes piden a las autoridades que se haga un albergue adecuado que reúna las condiciones necesarias para ellos.