Reos del Centro Penitenciario La Esperanza fabrican juguetes educativos de madera, que serán entregados a los alumnos de las parvularia de las escuelas pública.
La fabrica de juguetes estará a cargo de 180 prisioneros, que participan en los talleres de carpintería del penal.
“Los juguetes están elaborados de madera de pino por ser duradera y económica y otros de cortez blanco, se ha tratado que sea un juguete seguro e higiénico, la pintura utilizada no es tóxica”, explicó Marco Lima, director de Centros Penales.
Los paquetes a distribuir incluyen una torre de Hanoi, una Regleta de Cuisenaire y numérica, un camión de carga, una casa familiar, un gabinete geométrico y una Jenga gigante.
Estos juguetes son desarmables para que los niños usen la lógica y el sentido común para su aprendizaje y conozcan diversas figuras, formas y tamaños a través del juego.
El proyecto fue presentado por el Ministerio de Educación como el primer modelo de juguetes educativos y amigables con el medio ambiente.
Un total de 230,038 estudiantes de entre 4 a 6 años de edad serán beneficiados a través de la Dirección Nacional de Educación de Primera Infancia.
El objetivo del modelo, que tiene una inversión estimada de $430,000, es fortalecer el desarrollo cognitivo y estimular el razonamiento lógico matemático de los niños y su relación con el entorno.
Los juguetes serán entregados a cada sección de parvularia como parte del paquete escolar en conjunto de las libretas “Lluvias de Estrellas”.
Los primeros beneficiados serán las escuelas unidocentes y bidocentes.
Según datos de Educación, hay 1,162 escuelas con aulas integrales.
Con este modelo las autoridades del Centro penitenciario esperan la creación de una fabrica de juguetes desde los talleres del programa Yo Cambio.
El programa podría extenderse a los penales de Apanteos y Usulután.