Es insuficiente una sola máquina de Braille para enseñar a los nueve alumnos de la escuela especial de La Unión

Son varias las necesidades de equipos y docentes especializados en la escuela unionense

Video EDH / Insy Mendoza.

Por Insy Mendoza

2022-01-21 6:00:21

Con una máquina de escribir Braille cuenta la escuela de Educación Especial del departamento de La Unión para atender entre nueve a diez alumnos con problemas de ceguera o baja visión. La carencia de esa herramienta y otras son parte de las necesidades que vienen enfrentando por más de una década en esa comunidad educativa.

La máquina Braille es fundamental para los estudiantes con discapacidad visual.

La escuela fue fundada en 1988 y en 2017 lograron la donación de una máquina Braille.

De acuerdo con los padres de familia, es difícil que sus hijos, no videntes, puedan tener un buen rendimiento en sus clases con una máquina en la que todos deben hacer sus prácticas. Ellos tienen varios años de estar esperando a que el gobierno central, a través del Ministerio de Educación, mejore las condiciones en las diferentes áreas de la escuela.

La emergencia sanitaria por el COVID-19 y las restricciones, también, afectaron en el aprendizaje porque muchos de los alumnos, por la falta de recursos, no cuentan con un teléfono para recibir clases, otros por las mismas condiciones de discapacidad no logran asimilar una clase en línea.

Una máquina de Braille tiene la escuela de Educación Especial de La Unión. Foto EDH /Insy Mendoza.

Martha viuda de Segura, directora de la escuela, explicó que lo indicado es que cada estudiante tenga asignado una máquina para sus clases con el sistema Braille, pero que debido a la gran carencia deben esperar el día que le toca a cada uno hacer uso de la única máquina que tienen.

Hay cinco docentes, tres con plazas y dos interinos para atender a 95 estudiantes de parvularia a cuatro grado; entre ellos sordos, invidentes, parálisis cerebral, problemas de aprendizajes y otras discapacidades. Es la única escuela especial en el departamento de La Unión.

Otras de las necesidades es la asignación de docentes para terapia de lenguaje, educación física y de arte para que los alumnos tengan una educación integral.

“Tenemos un aula sensorial aunque no está completa, se usa para los ejercicios de los estudiantes que tienen más retrasos intelectual o problemas de motricidad, pero no contamos con el docente especializado para esas atenciones”, explicó Segura.

Sandra Rodríguez, residente en Conchagua, trabaja como ordenanza en la escuela especial donde estudia su hijo; lo que ella gana lo usa para pagar los pasajes de autobús.

“Mi hijo tiene 18 años, terminó 9 grado en una escuela normal pero debido a la muy baja visión que tiene le recomendaron que viniera a la escuela especial para aprender a usar el sistema Braille. Le está costando porque solo hay una máquina para todos los alumnos y les toca esperar el día de la práctica”, agregó Rodríguez.

Se buscó la versión de Edwar Guerrero, director departamental de Educación en La Unión; en la oficina manifestaron que se encontraba ocupado en una reunión, que no era posible que atendiera.