Pareja que murió soterrada en la Chiltiupán se dedicaba a servicios domésticos y agricultura

"Se miraba ese peligro, pero uno cree que nunca van a suceder las cosas", dijo resignado Joaquín Escobar Rodríguez, hijo del hombre de 60 años que murió en el lugar.

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Foto Por David Martínez

Por David Martínez - Xiomara Alfaro

2019-10-16 4:08:25

María Magdalena Peñate, de 48 años, y Luis Arriaga, de 60, se convirtieron en la segunda pareja que fue sepultada por un alud de tierra esta mañana a raíz de la saturación de suelos provocada por las intensas lluvias que afectan el territorio salvadoreño desde el domingo.

La emergencia se registró en su casa de habitación ubicada en el caserío La Fincona, cantón Cuerpo Arriba, en Chiltiupán, La Libertad. Ambos dormían cuando a eso de las tres de la mañana la tierra cedió dejándolos soterrados.

La mujer se dedicaba a servicios domésticos, mientras que su esposo era agricultor, dijeron las autoridades. Don Luis también trabajaba de manera temporal en la alcaldía de la localidad. Agregaron que ambos se dedicaban a la crianza de pollos y gallinas, los únicos sobrevivientes de la tragedia.

Foto: David Martínez

Los cuerpos fueron recuperados a eso de las ocho de la mañana. Morena Arriaga, de 18 años, sobrina de don Luis, se encargó de limpiar y arreglar los cuerpos para luego ser entregados a Medicina Legal.

Peñate y Arriaga serán velados esta noche en las instalaciones de una iglesia profética del lugar señalaron sus familiares.

Joaquín Escobar Rodríguez, quien se identificó como hijo de Luis Arriaga, llegó a la escena, dijo desconocer si sus familiares había sido advertidos sobre el peligró de derrumbe del talud de tierra ubicado justo arriba de la vivienda, no obstante los vecinos habían colocado plástico negro tratando de mitigar el impacto.

Foto: David Martínez

“Se miraba ese peligro, pero uno cree que nunca van a suceder las cosas”, dijo resignado.

Más temprano, a las 12:55 de la madrugada, René Alexander Morán y Carmen Vásquez, de 28 y 21 años, respectivamente murieron soterrados en la colonia Buena Vista, en el municipio de San Marcos, San Salvador.

Representantes de la Adesco señalaron que las víctimas ya había sido advertidas del riesgo de derrumbe en la zona, pero no acataron el llamado de evacuar. Le sobrevive su hijo, un menor de edad, que había sido enviado con una tía a otro lugar tras el riesgo que amenazaba la zona.