El cadáver de la joven Jimena fue encontrado en una de las tres fosas clandestinas encontradas en la finca Suiza, en una zona boscosa del municipio de Nuevo Cuscatlán. Hace unos 15 días comenzaron las operaciones con un "barrido" entre montes y cafetales donde se presumían cuerpos enterrados.
El cuerpo fue recibido por su padre, luego de que la reconociera por medio de sus tatuajes en la morgue del Instituto de Medicina Legal "Dr. Roberto Masferrer".
Jimena, de 21 años, era la última de tres hermanos y según comentan los residentes de la comunidad El Manguito, desde el día que la joven desapareció su madre se encuentra muy mal de salud ante la incertidumbre sobre el paradero de su hija.
El día de ayer, los familiares de la ex futbolista no recibieron la noticia del hallazgo del cuerpo de Jimena inmediatamente, y tuvieron que enterarse por medio de las redes sociales, en un tweet publicado por el Ministro de Justicia, Gustavo Villatoro.
“Como madre me siento triste por lo que le pasó a esa muchacha, no me imagino el dolor de su familia”, expresó una residente de la comunidad, de San Salvador, donde la joven nació y creció.
Madre de hermanos Guerrero descarta que otros dos cuerpos sean de sus hijos
Además del cuerpo de la ex futbolista Ramírez, han sido recuperados los cadáveres de un hombre y una mujer en la misma finca, según las autoridades.
Iveth Toledo, madre de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, llegó este jueves a Medicina Legal a verificar si se trataba de sus hijos.
"Yo me enteré de que encontraron a Jimena, entonces voy a ir a preguntar si hay algo más ahí, entonces vine este día (jueves) a descartar la posibilidad de que ellos estén ahí y no son mis hijos", dijo la señora Toledo, al salir de Medicina Legal.
Agregó que "uno como madre conocemos bien a los hijos, increíble los podemos identificar por pequeños detalles, entre esos detalles es que tienen tatuajes (los dos cuerpos) y mis hijos no tenían tatuajes, aparte de eso es que veo sus manos y eso me hace entender a mí que no son mis hijos".
A ella le tomaron la muestra de ADN para cotejarlo con uno de los primeros cuerpos que recuperaron de la zona para descartar esa posibilidad. Pero ella está segura de que no es su hijo.
"Él no es mi hijo, cien por ciento segura de que no es mi hijo y el ADN va a confirmarlo que no estoy equivocada, él no es mi hijo", dijo.
Aunque ella está representada en el proceso judicial contra los dos sospechosos de desaparecer a sus hijos, asegura que lo único que sabe es que los dos imputados aceptaron que ellos plagiaron a los hermanos Guerrero Toledo y que se los entregaron a otras personas.
Aseguró que no había recibido información de parte de las autoridades sobre la situación de sus hijos "me imagino que por lo delicado que está la situación".
Desde el día que desaparecieron sus hijos, la señora Toledo no deja de llegar a Medicina Legal en busca de ellos y han habido semanas en las que ha tenido que acudir a diario.